Captura de pantalla de una publicación falsa en Facebook, tomada el 11 de junio de 2024.
Las imágenes fueron compartidas repetidamente en Facebook por usuarios que también afirmaban que mostraban “chemtrails”.
Una persona lo llamó “insane chemtrailing”, mientras que otro afirmó que los “productos químicos” afectarían “el agua, el suelo y la comida”.
“Dispararles desde el cielo”, sugirió un usuario.
Las imágenes se publicaron el mismo día en que fotos similares inundaron las redes sociales.
El medio de noticias australiano news.com.au incluyó imágenes similares en un artículo que decía que la “rara formación de nubes cilíndricas” había sorprendido y desconcertado a los residentes de Nueva Gales del Sur (enlace archivado).
Pero los expertos dicen que no hay evidencia que respalde la conspiración de “chemtrails” (enlace archivado). AFP también ha desmentido previamente afirmaciones sobre chemtrails aquí y aquí.
“No son chemtrails”
“Estos no son chemtrails, son nubes rodantes”, dijo el profesor Jason Middleton, experto en meteorología de la aviación en la Universidad de Nueva Gales del Sur, a AFP el 11 de junio de 2024.
Middleton revisó las fotos compartidas en la publicación falsa y confirmó que mostraban un tipo de nube voluta formada a una altitud más baja bajo un conjunto raro de circunstancias.
Agregó que los vientos del oeste el 4 de junio eran “propicios para generar las nubes rodantes hacia el este”.
La Oficina de Meteorología de Australia también publicó sobre el raro fenómeno meteorológico en su página de Facebook verificada el 4 de junio (enlace archivado).
La oficina dijo que las nubes parecían haberse desarrollado “debido a una combinación de una inversión de temperatura en niveles superiores y cizalladura de la velocidad del viento”.
Explicó que una inversión de temperatura ocurre cuando las condiciones atmosféricas hacen que el aire se caliente más arriba en la atmósfera.
Bajo estas condiciones, el aire que se eleva y forma nubes se encontrará más frío que el aire que lo rodea y comenzará a hundirse, lo que lleva a nubes planas. Estas reciben una “apariencia rodante” por cambios en la velocidad del viento o la dirección sobre distancias cortas que empujan la parte superior de la nube más rápido que la parte inferior.