Una masa de aire llena de polvo del Sáhara ha envuelto las Islas Canarias después del paso de la tormenta atlántica Dorothea.
También podría acabar causando problemas en partes de la península española.
La llamada calima significa que los niveles de partículas en suspensión en Lanzarote y Fuerteventura están cerca de la supercalima de 2020 y la mayoría de las islas tienen una visibilidad reducida de hasta 3.000 metros.
TODOS los elementos de las Islas Canarias han estado en alerta amarilla por calima desde el martes.
Una calima también se conoce como ‘lluvia de sangre’ ya que tiene el efecto notable de proyectar un tono rojizo en los cielos españoles, y una vez que la lluvia se ha asentado deja un fino revestimiento rojo sobre los coches, calles y la tierra en general.
A veces mal traducida como ‘neblina’, es un fenómeno meteorológico marcado por una densa concentración de polvo, arena y ceniza del desierto del Sáhara atrapada entre nubes de lluvia.
Sin embargo, también puede ser producida por causas menos naturales, como la quema de combustibles fósiles, la industria o la agricultura.
A diferencia de la niebla, que consiste en gotas de agua, la calima comprende partículas sólidas que pueden viajar vastas distancias transportadas por el viento.
También puede tener el efecto adicional de potencialmente alterar las condiciones climáticas locales al atrapar el calor en la atmósfera.
Los orígenes de una calima son multifacéticos, involucrando procesos naturales como tormentas de arena en regiones áridas y erupciones volcánicas, así como factores inducidos por el ser humano provenientes de fábricas y actividades agrícolas.
La lluvia de sangre tiene un valor molesto de ensuciar coches, ventanas, patios y terrazas, pero hay cosas que se pueden hacer para limpiar la arena.
Uno de los métodos más efectivos para limpiar el polvo es simplemente usar mucha agua.
Rociar un coche es efectivo, y una limpieza a alta presión, si es posible, funciona en lugares de difícil acceso como las esquinas.
Disparar un poco de aire a presión es otra herramienta en el arsenal, pero la arena aún puede permanecer en el entorno.
Otro consejo es usar agua tibia mezclada con jabón o detergente para limpiar el polvo de los cristales de las ventanas, parabrisas de coches y muebles de exterior.
Deberías usar un paño de fibra húmedo en superficies susceptibles a rayones como metales pulidos.
Se recomienda barrer bien con el paño y después de cada movimiento, enjuagarlo para evitar que quede arena que pueda causar un rayón no deseado.
Las áreas exteriores como terrazas, balcones y patios son los espacios que acumulan más suciedad cuando una calima golpea.
En tales casos, es mejor barrer el polvo repetidamente, sin mojar para evitar la formación de una pasta fangosa que hace que el uso de productos de limpieza sea contraproducente.
Una vez bien barrido, se recomienda trapear el suelo intensivamente con un producto adecuado para su tipo.
Antes de ponerte a trapear, asegúrate de que la superficie esté libre de polvo para que la mopa no se llene demasiado de arena.