Las autoridades en Noruega han incautado un barco tripulado por rusos que se sospecha dañó un cable submarino en un acto de sabotaje en el Mar Báltico, dijo la policía noruega el viernes. Actuaron a pedido de las autoridades letonas y por una orden emitida en los tribunales noruegos, según un comunicado policial, después de que un cable submarino que corre entre Suecia y Letonia resultara dañado esta semana. Es el último de un creciente número de actos de daño o sabotaje a la infraestructura submarina en el Mar Báltico, incluidos cables utilizados para la comunicación y para la distribución de electricidad. En respuesta a una de estas instancias en diciembre, la OTAN ha intensificado su operación de patrulla y vigilancia en el Mar Báltico. La preocupación por este tipo de daños ha ido en aumento desde que una serie de explosiones submarinas desintegraron los gasoductos Nord Stream que conectan Rusia con Europa occidental en 2022. El jueves por la noche, la guardia costera y la policía de Noruega rodearon el barco tripulado por rusos, el Silver Dania, un buque propiedad y registrado en Noruega, y lo remolcaron al Puerto de Tromso el viernes por la mañana, informó la policía. El barco, un carguero de 36 años, según datos de envío, navegaba entre los puertos rusos de San Petersburgo y Murmansk. La policía dijo que los agentes habían abordado el barco para buscar evidencia e interrogar a la tripulación en relación con el cable dañado. Los propietarios del barco, una empresa naviera llamada Silver Sea, negaron cualquier delito. “Aceptamos ir a un puerto noruego para ser revisados”, dijo Tormod Fossmark, director ejecutivo de la empresa, a los medios de comunicación noruegos. Dijo que la empresa estaba cumpliendo con una solicitud de las autoridades. El lunes, las autoridades en Suecia abordaron un barco diferente en conexión con lo que describieron como un acto de “sabotaje grave” del cable submarino de Suecia a Letonia del día anterior. Detuvieron al portacontenedores, que es propiedad de una empresa naviera búlgara y ondeaba una bandera maltesa. Se sospechaba la participación rusa en el corte en diciembre de un cable submarino que transporta electricidad entre Finlandia y Estonia. En ese caso, las autoridades finlandesas incautaron un petrolero mientras investigaban si el ancla del barco había cortado el cable. Los líderes de Finlandia y Estonia dijeron que creían que el petrolero podría ser parte de la “flota sombra” de barcos de Rusia destinados a eludir los topes de precios impuestos por Occidente al petróleo transportado por mar de Rusia debido a la guerra de Moscú en Ucrania. Estos barcos han sido cada vez más sospechosos por su papel en actos de sabotaje como táctica de guerra híbrida entre Rusia y la OTAN.
