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Tras el caos del viernes, los aeropuertos de las Islas Baleares estaban operando más o menos con normalidad el sábado. Los sistemas de check-in funcionaban como de costumbre, al igual que otros servicios.
En Palma, donde había preocupaciones sobre posibles efectos secundarios de la interrupción del viernes, hubo algunos retrasos y también algunas cancelaciones. Pero según la dirección del aeropuerto, estos no estaban relacionados con los problemas informáticos del viernes; tanto los retrasos como las cancelaciones pueden ocurrir en plena temporada de verano.
Las aerolíneas indicaron que las colas alrededor del mediodía eran “muy normales” para julio.
Por lo tanto, en su mayor parte no hubo problemas con los 1.080 vuelos en Palma el sábado ni con los 375 en el Aeropuerto de Ibiza y los 213 en Mahón.
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