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De los cien o más migrantes que han llegado a Mallorca hasta ahora esta semana, dos son niñas no acompañadas, cuyas edades no han sido proporcionadas (ni estimadas).
Como sucede con todos los menores que llegan solos, han sido colocadas bajo la supervisión de los servicios sociales del Consejo de Mallorca.
No es la primera vez que llegan niñas en pequeñas embarcaciones, pero el Consejo dice que es algo inusual. Actualmente, el Consejo tiene bajo su cuidado a media docena de niñas. Ahora está cuidando a un total de 441 menores no acompañados, 361 de los cuales han llegado este año, el doble que en 2023.
Estos números han puesto presión en los servicios sociales de la isla; lo mismo ocurre con los servicios sociales en Ibiza. Cada vez es más difícil alojar a los menores. Una opción que se está considerando es la conversión de una antigua fábrica de municiones en Inca.
Mientras tanto, el Gobierno Balear continúa investigando las pruebas dentales para determinar la edad de manera más precisa.
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