Los Denver Nuggets se reunieron alrededor de Nikola Jokic cerca de la línea de 3 puntos el miércoles y entonaron una versión bastante desafinada de “cumpleaños feliz” en honor a que cumplía 30 años.
Por lo general tan sereno en la cancha, el tres veces MVP de la NBA parecía casi tímido.
“No me gusta mi cumpleaños”, explicó Jokic. “Envejecer”.
¿Y mejorar?
“Como el vino”, bromeó.
En muchos aspectos, Jokic sigue siendo muy niño de corazón, hasta sus nuevas zapatillas temáticas de Peppa Pig. Pero su juego ciertamente ha madurado hasta el punto en que sigue elevando el listón cada vez más para sí mismo y podría estar en medio de su mejor temporada hasta ahora. Promedia 29.8 puntos, 12.6 rebotes y 10.2 asistencias.
Además, ha registrado 25 triples-dobles liderando la liga, lo que está a solo cuatro de igualar el récord de la franquicia que estableció en 2022-23.
Su entrenador, Michael Malone, estaba perplejo por cuál podría ser el límite para su gran hombre.
“Vaya, no lo sé. Él sigue empujando el sobre”, dijo Malone, cuyo equipo recibirá a Charlotte el jueves por la noche. “Cuando estás tratando con la grandeza, nunca quieres ponerle un límite a eso. Queremos darle espacio para crecer y verlo, porque es realmente divertido ser parte de ese proceso”.
Jokic comenzó a vestirse para los Nuggets como un joven de 20 años que necesitaba mejorar su estado físico y perfeccionar su técnica. En la última década, se ha convertido en uno de los jugadores más difíciles de contener en la liga y llevó a los Nuggets a su primer campeonato de la NBA en 2023.
Está casado ahora y tiene dos hijos pequeños. Tiene una medalla de bronce que ganó con Serbia el verano pasado en los Juegos Olímpicos de París. Su patrocinador, 361 Degrees, está a punto de lanzar su zapatilla exclusiva, inspirada en Peppa Pig, el personaje de la serie infantil de larga duración. (“La hicieron. Me gusta. Van a ser geniales”, dijo Jokic).
Esta temporada, está mostrando el último giro en su juego: el tiro de larga distancia. Está acertando un 45% de triples, la mejor marca de su carrera.
“Está jugando el mejor baloncesto de su vida”, dijo Malone. “En su corazón, sigue siendo la misma persona. Sigue siendo Nikola Jokic de Sombor, Serbia. Nunca ha olvidado de dónde viene, ni quién lo ha ayudado a llegar hasta aquí”.
Dado su estilo de juego, Malone cree que Jokic podría durar en la liga a un nivel élite durante mucho tiempo.
“La forma en que (Jokic) domina el juego es con inteligencia y habilidad, no con atletismo”, dijo Malone. “No está conduciendo por el carril y machacando sobre la gente todas las noches. Así que creo que eso es bueno para su longevidad”.
Eso es, si el deseo sigue siendo fuerte. Dijo que quedarse el tiempo suficiente para que sus hijos lo vean jugar, “no va a ser un factor para mí”.
Jokic regresó a la ciudad después de competir para Chuck’s Global Stars en el Juego de las Estrellas el fin de semana pasado. Tuvo dos puntos en 10 minutos, ya que su equipo perdió ante Shaq’s OGs en la final.
No era exactamente su idea de descanso y relajación.
“Parte del negocio, parte del trabajo”, dijo Jokic sobre su viaje a San Francisco para las festividades del fin de semana. “Preferiría estar en otro lugar… es una bendición y una maldición”.
Ahora, de vuelta al trabajo para los Nuggets, que han ganado ocho seguidos y actualmente son la tercera semilla en la Conferencia Oeste. También están recuperando la salud, con Michael Porter Jr. (isquiotibiales), Russell Westbrook (isquiotibiales) y Aaron Gordon (pantorrilla) pasando por prácticas el miércoles. El único jugador ausente fue Peyton Watson (rodilla).
Tienen 27 juegos restantes para ajustar las alineaciones y encontrar las combinaciones adecuadas para un impulso en los playoffs.
“La gente dice, ‘Oh, es una decisión difícil'”, dijo Malone. “Lo veo de manera opuesta. Tengo mucha suerte de tener una decisión difícil que tomar, donde tienes jugadores de calidad que realmente han impactado en la victoria. Nunca se trata de un solo jugador. Se trata de lo que es mejor para nuestro equipo”.
Esa es también la actitud de Jokic.
“Él es nuestro latido del corazón”, dijo Julian Strawther, quien participó en el evento Rising Stars durante el fin de semana. “No siempre es ser un líder vocal, sino liderar con el ejemplo con las cosas que hace y lo duro que trabaja. Tenerlo de nuestro lado nos hace sentir mucho mejor”.