Cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel visitó la Casa Blanca hace dos meses, el presidente Trump le vendió un sueño descarado: Estados Unidos tomaría el control de la Franja de Gaza, reubicaría a unos dos millones de palestinos y convertiría el devastado enclave costero en una brillante “riviera”.
Esta semana, cuando los dos líderes volvieron a enfrentarse a los reporteros después de reunirse en la Oficina Oval, el Sr. Trump parecía haber pasado página, hablando en cambio sobre la política fronteriza de EE. UU., sus nuevos aranceles, la situación de los rehenes en Gaza y la última novedad en política de Oriente Medio: la apertura de conversaciones con Irán para frenar su programa de armas nucleares.
Pero el Sr. Netanyahu no dejó que la idea de Gaza, por muy inviable o potencialmente ilegal que fuera, desapareciera como un espejismo. Él mismo la planteó, diciendo que él y el Sr. Trump habían discutido la visión, incluyendo qué países podrían aceptar a los gazatíes.
El Sr. Netanyahu y su gobierno dicen que se toman en serio la idea, pero enfatizan que están hablando de facilitar la migración “voluntaria” de los palestinos, en un aparente intento de evitar cualquier sugerencia de limpieza étnica. Los críticos dicen que difícilmente sería voluntario si los gazatíes se fueran, independientemente, dado que tantas de sus casas han sido reducidas a escombros.
Días después del anuncio original de Trump, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dijo que estaba estableciendo una administración especial dentro del ministerio centrada en la migración voluntaria desde Gaza. A finales de marzo, nombró a un alto funcionario del ministerio, Yaakov Blitshtein, para dirigirla.
El Sr. Netanyahu les dijo a los reporteros el lunes en la Oficina Oval que Gaza era la única zona de guerra donde los civiles estaban “encerrados”, incapaces de salir.
“No los encerramos”, dijo, sin reconocer años de severas restricciones israelíes al movimiento dentro y fuera del enclave por lo que el país dice son razones de seguridad, un bloqueo naval israelí de larga data del territorio y la negativa de Israel a permitir que los gazatíes vivan dentro de sus fronteras. Egipto también controla estrictamente su frontera con el enclave.
“Va a llevar años reconstruir Gaza”, dijo el Sr. Netanyahu, refiriéndose a la vasta destrucción causada por la campaña de 18 meses de Israel, que fue desencadenada por el ataque liderado por Hamas en octubre de 2023. “Mientras tanto, la gente puede tener una opción. El presidente tiene una visión. Los países están respondiendo a esa visión”, agregó.
Los funcionarios israelíes no quisieron decir qué terceros países estaban hablando sobre la acogida de palestinos. Trump había sugerido vecinos regionales como Jordania y Egipto. Pero parecía estar retrocediendo de su idea de reubicación apenas dos semanas después de proponerla, después de que esos dos países rechazaran rotundamente la noción y dijeran que la paz solo podría lograrse dando a los palestinos un estado.
Egipto se ha negado a acoger a grandes cantidades de palestinos durante la guerra, temiendo que su llegada tenga un efecto desestabilizador y que al final no se les permita regresar a Gaza.
El desplazamiento masivo tiene connotaciones problemáticas en la región. Alrededor de dos tercios de la población de Gaza está compuesta por refugiados palestinos que perdieron sus hogares durante las hostilidades en torno a la creación del estado de Israel en 1948, y sus descendientes. En ese momento, alrededor de 700,000 palestinos huyeron o fueron expulsados de lo que ahora es Israel en lo que los palestinos llaman la Nakba, o “catástrofe”.
Algunos nombres alternativos de posibles anfitriones han sido sugeridos por los israelíes, como Somaliland, una república autoproclamada en el noroeste de Somalia en el Cuerno de África, pero pueden parecer menos atractivos que quedarse en Gaza.
Sin embargo, varios países han acordado acoger a un número limitado de gazatíes por razones humanitarias, incluidos Rumania e Italia, que han tratado a niños con afecciones médicas. Y el miércoles, el presidente Prabowo Subianto de Indonesia dijo que su país estaba listo para ofrecer refugio temporal a una primera oleada de alrededor de 1,000 evacuados médicos de Gaza y niños huérfanos por la guerra allí.
“Estamos listos para evacuar a los heridos o traumatizados, y a los huérfanos”, dijo antes de partir en un viaje al Medio Oriente y Turquía. “Estamos listos para enviar aviones para transportarlos”, dijo, agregando que la medida no estaba destinada a un asentamiento permanente.
Cuando un reportero le preguntó a Trump el lunes si su propuesta de emigración de Gaza seguía sobre la mesa, respondió vagamente que era “un concepto que tuve” y que a la gente parecía gustarle, antes de pasar la pregunta a Netanyahu.
El Sr. Katz, ministro de Defensa israelí, dijo en un comunicado el mes pasado que Israel estaba “decidido a hacer realidad la visión del presidente de EE. UU., Donald Trump”. Dijo que las comprobaciones de su ministerio sugerían que “al menos el 40 por ciento de los residentes de Gaza están interesados en migrar a otros lugares”.
Según el comunicado, la administración debe facilitar las rutas de salida por tierra, aire y mar. Pero los detalles siguen siendo escasos. El ministerio de Defensa rechazó las solicitudes de comentarios o información, al igual que el departamento militar responsable de los asuntos civiles palestinos y la autoridad de población y fronteras de Israel.