Sally Thabet, de 40 años, dijo que había hecho todo lo posible para proteger a sus tres hijas de la enfermedad después de huir de su hogar en la ciudad de Gaza, refugiándose en la ciudad de Deir al Balah. Pero vivir en un antiguo minimercado, compartiendo un baño con otras 20 personas y lavando platos con agua de mar sucia, no importaba cuánto desinfectante de manos usara.
Una a una, sus niñas se enfermaron con lo que los médicos diagnosticaron como hepatitis A, una infección viral del hígado que se transmite a través del contacto persona a persona o de alimentos o agua contaminados, y puede propagarse rápidamente en condiciones insalubres.
“Amoon fue la primera en ser diagnosticada hace dos meses”, dijo la semana pasada, agregando que la niña de 10 años desarrolló dolor de estómago, dejó de comer, comenzó a vomitar y se veía pálida. “No podía ver lo amarillenta que estaba porque es muy oscuro dentro de la tienda”. Sus otras dos hijas, Kenzy de 15 años, y Kandi, de 11 años, siguieron poco después.
Más de 100,000 personas en Gaza han contraído el síndrome de ictericia aguda, o hepatitis A sospechosa, desde que comenzó la guerra entre Hamás e Israel el 7 de octubre, dijo la semana pasada la Organización Mundial de la Salud.
Es solo una enfermedad que se ha propagado rápidamente en Gaza, ya que la mayoría de las 2.2 millones de personas del territorio han huido de sus hogares, obligadas a vivir en campamentos y refugios improvisados atestados y sordios, mientras que las necesidades básicas como agua limpia, tratamiento de aguas residuales, recolección de basura, jabón y combustible para cocinar se han vuelto escasas.
También hay casi un millón de casos de infecciones respiratorias agudas, medio millón de casos de diarrea y 100,000 casos de piojos y sarna, dijo la OMS. El viernes, el jefe de la agencia, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que incluso la polio, una enfermedad que ha sido erradicada en gran parte del mundo, estaba presente en Gaza. Una variante del poliovirus ha aparecido allí en seis muestras de agua o aguas residuales, dijo, lo que significa que algunas personas están infectadas, aunque no se han reportado casos sintomáticos.
La Dra. Hanan Balkhy, directora de la OMS para la región del Mediterráneo oriental, dijo a los medios de comunicación: “En la Franja de Gaza, donde la basura y las aguas residuales llenan las calles, los casos de infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, síndrome de ictericia aguda e infecciones cutáneas están aumentando. La situación es realmente grave”.
Las personas con hepatitis A generalmente se recuperan por completo en semanas o unos pocos meses, pero algunas se enferman gravemente y un pequeño número muere. (No está relacionada con las más graves y duraderas hepatitis B y C, que se transmiten a través del contacto sanguíneo.)
En el mundo desarrollado, las enfermedades diarreicas y enfermedades como la hepatitis A son relativamente raras y, a menudo, no muy graves. Pero en lugares caóticos y abarrotados con mala saneamiento y desnutrición, se vuelven mucho más comunes y peligrosas. Desde que comenzó la guerra, los trabajadores humanitarios han advertido sobre la amenaza de epidemias más graves en Gaza, como el cólera, que puede llevar rápidamente a una mortalidad masiva, pero hasta ahora no se han materializado.
La propagación de enfermedades en Gaza ha coincidido con los ataques aéreos y el combate terrestre israelí en y alrededor de hospitales y clínicas, dañando casi todos ellos y obligando a muchos a cerrar. El gran número de personas tratadas por lesiones de guerra, casi 90,000, según el ministerio de salud de Gaza, y el aumento de enfermedades han abrumado el sistema médico disminuido de Gaza.
La Dra. Balkhy dijo que se han reportado más de 1,000 ataques a la atención médica desde el 7 de octubre. El ejército israelí dice que Hamás ha posicionado combatientes y equipos militares en los hospitales y debajo de ellos para aprovechar la cobertura que brindan, una acusación que Hamás y los funcionarios del hospital disputan.
El ejército israelí ha lanzado dos operaciones en el hospital más grande de Gaza, Al-Shifa, librando batallas mortales con militantes allí. Una investigación de The New York Times encontró evidencia de que Hamás había almacenado armas en túneles debajo del hospital, pero no pudo confirmar la afirmación israelí de que era un centro de comando y control de Hamás.
Antes de la guerra, el sistema de salud de Gaza estaba “razonablemente funcional”, dijo el Dr. Rik Peeperkorn, representante de la OMS en Gaza y Cisjordania. Ahora, menos de la mitad de sus instalaciones permanecen incluso parcialmente operativas, dijo, y su fuerza laboral de atención médica está severamente agotada.
Israel ha promovido el establecimiento de nuevos hospitales de campaña para expandir la infraestructura médica para civiles en Gaza, según COGAT, el brazo del ejército israelí que implementa políticas en Cisjordania y Gaza ocupadas.
– Adam Sella y Matthew Mpoke Bigg
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