Myla Pablo y los Petro Gazz Angels celebran después de ganar el título de la Conferencia All-Filipina de la PVL. – MARLO CUETO/INQUIRER.net
MANILA, Filipinas — Inspirada por su resurgimiento que llevó al triunfo histórico de Petro Gazz en la Conferencia All-Filipina de la PVL, Myla Pablo está decidida a continuar con las victorias de los Angels mientras ondean la bandera en la Asian Volleyball Confederation (AVC) Champions League.
“Honestamente, es abrumador porque todo ha estado mejorando últimamente—una buena cosa tras otra. Estoy realmente agradecida y solo quiero aprovechar cada oportunidad que se presente. El AVC es un desafío diferente—es internacional, así que sé que tengo que estar extra preparada,” dijo Pablo a Inquirer Sports en filipino.
“Personalmente, solo quiero estar física y mentalmente lista para cuando el equipo me necesite. Pero mi objetivo principal aquí es aprender de nuestras importaciones y de las jugadoras contra las que vamos a competir.”
Pablo, que había sufrido lesiones y había tenido tiempo limitado en conferencias anteriores, resurgió en la Conferencia All-Filipina de la PVL 2024-25 al mostrar su antigua forma de MVP al conspirar con Brooke Van Sickle en la vanguardia del ataque de los Angels.
Las nuevas estrellas en ascenso como la dos veces MVP Van Sickle, quien también saca lo mejor de ella en los entrenamientos, reavivaron su pasión por recuperar su forma letal en esta conferencia.
“Honestamente es difícil explicar la montaña rusa de emociones. Mientras más tiempo he estado en la industria, más y más nuevas jugadoras han llegado. Luego las cosas no salieron bien con mi antiguo equipo, y cuando me mudé, estuve rodeada de Fil-Ams realmente fuertes y competitivas. Me preguntaba constantemente, “¿Todavía puedo seguir el ritmo?” Pero después de todos estos años siendo atleta y compitiendo, elegí aceptar el desafío y trabajar en recuperar mi juego,” dijo Pablo.
Y la oportunidad de demostrarse a sí misma nuevamente llegó cuando el entrenador Koji Tsuzurabara puso a la atacante de 31 años en la posición de fuera.
“Realmente solo necesitaba una oportunidad—y afortunadamente, Petro Gazz me la dio. Solo quería demostrar que todavía tengo algo que ofrecer. Ganar el campeonato fue un gran bono, especialmente porque también estoy recuperando lentamente mi confianza como jugadora individual. La confianza que el equipo me dio—y la confianza que me di a mí misma—realmente ayudaron,” dijo Pablo.
Su resurgimiento resultó en la primera corona All-Filipina de los Angels, poniendo fin a la dinastía de Creamline.
Aunque luchó con una lesión en la pantorrilla en el Juego 3 y terminó sin anotar, Pablo sabía que todos los Angels estaban listos para dar un paso al frente.
“Realmente no hay mejor momento para mí para experimentar más tiempo de juego de nuevo, especialmente en esta etapa de mi carrera—y el hecho de que terminamos como campeonas lo hace aún más satisfactorio. Se sintió bien saber que pude contribuir y que mis esfuerzos nos ayudaron a alcanzar el objetivo final de convertirnos en campeonas,” dijo Pablo.
Pablo y los Angels, recién salidos de su descanso de Semana Santa, se enfrentarán a los Kaohsiung Taipower, que dominaron al Hip Hing de Hong Kong, 25-10, 25-16, 25-14, el lunes a las 4 p.m.