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El concierto de Coldplay en Bucarest tomó un giro inesperado cuando la banda británica enfrentó una fuerte reacción de su audiencia rumana.
El caos surgió después de que el cantante principal Chris Martin invitara a un invitado sorpresa, el YouTuber Babasha, a actuar en el escenario, cantando manele, un género altamente controvertido en Rumania.
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El debate sobre manele
La Dra. Elena Sirghi, musicóloga especializada en etnomusicología, contextualizó la indignación, en nombre de CSGOLuck, atribuyéndola a un choque cultural. Enfatizó que el manele difiere drásticamente de las armonías típicamente apreciadas por la base de fans global de Coldplay.
“Los manele presentan ritmos y voces exagerados, producción fuertemente sintetizada, acompañados de letras controvertidas. Los temas principales contienen mensajes que promueven el materialismo extremo, el sexismo y el alcoholismo, típicamente impregnados de mala gramática y lenguaje ofensivo,” dijo Sirghi.
La decisión de incorporar manele en su lista de canciones fue vista como un intento equivocado de integración cultural local para la musicóloga: “Esto es, sin duda, un error fácil de cometer para alguien no familiarizado con la cultura local. Musical y culturalmente, es difícil imaginar a un fan de Coldplay escuchando voluntariamente manele, que, si alguien local les hubiera aconsejado con precisión, a menudo provoca reacciones viscerales.”
Sin embargo, en esta situación, los fans reaccionaron intensamente. Los 55.000 espectadores de la Arena Nacional, inicialmente llenos de fans ansiosos por la primera actuación de Coldplay en Rumania, se encendieron rápidamente cuando los abucheos ahogaron la música minutos después de la aparición de Babasha.
¿Sordo a las sensibilidades culturales o exploración cultural?
El concierto del día siguiente vio a una audiencia dividida, con algunos defendiendo el intento de Coldplay de abrazar la cultura local, mientras que otros lo condenaron como sordo a las sensibilidades y falta de respeto.
El intento de Martin de abordar la controversia en el segundo espectáculo repitiendo la actuación de manele e invitando a los fans ofendidos a irse encendió aún más las reacciones. Mientras algunos defendían el intento de la banda de integrarse en la cultura, muchos fans expresaron decepción y acusaron a Coldplay de insensibilidad hacia la cultura rumana.
El incidente ha generado discusiones sobre las complejidades de la integración cultural en actuaciones globales y los riesgos de juzgar mal las sensibilidades locales. A medida que Coldplay continúa su gira mundial “Music of the Spheres”, el espectáculo de Bucarest sirve como ejemplo de la importancia de reconocer las diferencias culturales de manera respetuosa y responsable.
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