PARÍS (AP) — Más de 1.000 personas asistieron el jueves a una ceremonia conmemorativa en el centro de París por el fundador del principal partido de extrema derecha de Francia, Jean-Marie Le Pen, que falleció la semana pasada a la edad de 96 años.
La “misa por el reposo del alma” en la iglesia de Notre-Dame du Val-de-Grâce se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad, ya que Le Pen era una figura polarizadora, condenado varias veces por antisemitismo, discriminación e incitación a la violencia racial.
Familiares, incluida su hija Marine Le Pen, ahora la principal figura de extrema derecha en Francia, otros funcionarios del partido Reagrupación Nacional y partidarios de larga data se reunieron dentro de la iglesia. El público en general pudo seguir la ceremonia a través de pantallas gigantes afuera.
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Un funeral privado tuvo lugar la semana pasada en la ciudad natal de Le Pen, La Trinité-sur-Mer en Bretaña.
Jean-Marie tenía tres hijas, incluida Marine, la menor. Ella transformó el Frente Nacional de su padre en la década de 2010, lo rebautizó como Reagrupación Nacional y lo convirtió en una de las fuerzas políticas más poderosas de Francia. Ahora está considerando la elección presidencial de 2027.
La multitud aplaudió a los familiares de Le Pen cuando salieron de la iglesia al final de la misa.
Entre los presentes en la ceremonia estaba Eric Zemmour, un polémico comentarista de programas de televisión con opiniones más a la derecha de la extrema derecha que compitió contra Marine Le Pen en las últimas elecciones presidenciales, en 2022. Zemmour fue condenado varias veces por incitar al odio racista o religioso.
La sobrina de Le Pen, Marion Maréchal, ahora miembro del Parlamento Europeo que alguna vez se unió a Zemmour antes de lanzar su propio partido de extrema derecha el año pasado, también estuvo presente.
Dieudonné M’Bala M’Bala, un comediante francés repetidamente condenado por incitar al antisemitismo o al odio racial, asistió afuera de la iglesia. Dijo en redes sociales que un tribunal le permitió ir. El comediante ha estado bajo arresto domiciliario desde mayo, con un brazalete electrónico.
Numerosos agentes de policía fueron desplegados el jueves alrededor de la iglesia mientras las autoridades buscaban evitar cualquier incidente de seguridad.
La semana pasada, la muerte del político de extrema derecha llevó a miles de manifestantes a la Place de la République en París para celebrar la noticia. La multitud se podía ver bailando y cantando: “Feliz Año Nuevo, Jean-Marie está muerto”. Reuniones similares tuvieron lugar en otras ciudades francesas, incluidas Lyon y Marsella.
El grupo antirracista SOS Racismo rindió homenaje a “generaciones de activistas que han dedicado su tiempo, juventud y energía a luchar contra el Frente Nacional y sus ideas”.
En una entrevista en 1987, Jean-Marie Le Pen se refirió a las cámaras de gas nazis como un “detalle en la historia de la Segunda Guerra Mundial”.
Repitió el comentario en 2015, diciendo que “no en absoluto” se arrepentía, lo que provocó la ira de su hija, en ese momento líder del partido. Ella buscaba distanciarse de la imagen extremista de su padre, y ese año fue expulsado del partido.