Muere niño de nueve años mientras aumenta a siete el número de ahogados durante el fin de semana en Australia.

Un niño de nueve años que quedó atrapado entre las rocas en una playa de Nueva Gales del Sur el domingo se convirtió en la séptima persona en ahogarse en Australia durante el fin de semana de Pascua. La mayoría de las muertes fueron causadas por fuertes olas que arrastraron a las personas al océano desde las rocas. Dos personas aún siguen desaparecidas. Steven Pearce, el CEO de Surf Live Saving en Nueva Gales del Sur, donde ocurrieron la mayoría de las fatalidades, dijo a la ABC que fue la “peor” racha de ahogamientos registrada para el fin de semana largo de Pascua. “Ha sido simplemente horrendo en un fin de semana que se supone que es alegre y religioso”, dijo Pearce al Sydney Morning Herald. Los equipos de emergencia pudieron recuperar al niño en South West Rocks, a unos 400 kilómetros al norte de Sídney, pero murió en el lugar. Más temprano el domingo, un helicóptero avistó a un padre e hijo flotando en el agua cerca de la playa de Wattamolla, al sur de Sídney. El hijo de 14 años fue resucitado, pero luego se anunció la muerte del padre. Mientras tanto, la policía en Victoria continúa buscando a un hombre de 41 años que desapareció cerca de San Remo el viernes. Surf Live Saving New South Wales dijo que ha realizado más de 150 rescates desde el Viernes Santo. El Sr. Pearce dijo que una “combinación perfecta” de altas temperaturas, el fin de semana festivo y peligrosas olas en el océano en gran parte de Nueva Gales del Sur y Victoria causaron el aumento de muertes. Aunque las condiciones mejorarán el lunes, las autoridades instaron a aquellos que visiten la costa a tener precaución. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, expresó su simpatía a las familias de las víctimas. “Por favor, todos, tengan cuidado. Familias en particular, tengan cuidado con sus hijos”, dijo. Según Royal Life Saving Australia, 323 personas se ahogaron en todo el país en el año hasta junio de 2024. Esa cifra incluye a aquellos que murieron en ríos y arroyos, así como en playas. Casi el 40% de las muertes fueron registradas en Nueva Gales del Sur.

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