El Papa Francisco ha canonizado al franciscano Pedro Nolasco Soler Méndez, marcando al primer santo nacido en Lorca. Soler, martirizado hace 164 años en Siria, fue elevado a la santidad junto con los mártires de Damasco, asesinados en 1860 durante una misión de evangelización.
La ceremonia de canonización en la Plaza de San Pedro contó con la asistencia de más de 200 ciudadanos de Lorca, incluyendo al Ministro de la Presidencia Félix Bolaños, al alcalde Fulgencio Gil, concejales del PP, PSOE y Vox, y al Obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, liderando un gran grupo de sacerdotes.
Lorca celebrará una misa de acción de gracias el 3 de noviembre en la iglesia de San Cristóbal, donde Soler fue bautizado en 1827. Los planes incluyen la creación de una estatua de madera del santo para el templo y la reedición de su biografía. Soler, un franciscano que fue decapitado a los 33 años, es venerado en varias iglesias de Lorca.
Soler recibió su educación temprana en el convento franciscano de San Diego, que fue cerrado por la ley de desamortización de 1835. El 30 de junio de 1860, él y otros diez cristianos fueron arrestados, torturados y asesinados por los drusos, un grupo religioso esotérico árabe, durante un disturbio. Fueron beatificados por Pío XI el 10 de octubre de 1926. El Papa Francisco anunció la canonización el 23 de mayo, junto con otros siete hermanos franciscanos y tres laicos.