El voto de no confianza que enfrenta el primer ministro francés Michel Barnier es un momento de alta tensión para Marine Le Pen. Podría ser su mejor oportunidad de poder como jefa del partido de extrema derecha de Francia, el Rally Nacional. Antes de decidir impulsar la caída de Michel Barnier, dijo que no era “la dueña de los relojes” – la que dictaba la agenda. Pero eso bien podría ser exactamente lo que se convierta, al derrotar al segundo gobierno de Emmanuel Macron desde que él la venció en las elecciones presidenciales por segunda vez en 2022. A medida que su presidencia parece debilitarse cada vez más, es Le Pen quien parece tener la ventaja. Sin embargo, esta situación no está exenta de enormes riesgos para ella también. Le Pen ha jugado un juego de espera durante años como líder del Rally Nacional. Puede estar muy cerca del poder ahora, pero está teniendo que tomar decisiones importantes. Empujar por un voto de no confianza “supone un riesgo considerable porque la gente ahora se pregunta si realmente está actuando en interés del país o en sus propios intereses personales”, dice el Prof. Armin Steinbach de la escuela de negocios HEC en París. “Lo obvio es que no se trata de Barnier… se trata de ella tratando de derrocar y debilitar a Macron, obviamente por sus ambiciones personales de convertirse en la próxima presidenta”, le dijo a la BBC. Please rewrite this text.