El nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, preguntó si el aliado de la OTAN, España, era una nación BRICS cuando se le preguntó sobre el bajo gasto en defensa del país.
El error fue embarazoso tanto para Trump como para España, ya que esta última alberga varias bases militares de los Estados Unidos en su territorio, incluida la extensa base naval de Rota en Cádiz, hogar de la Sexta Flota de los Estados Unidos.
En lugar de eso, Trump se preguntó si España era miembro de la alianza económica BRICS, que consiste en Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que tiene como objetivo contrarrestar la influencia de los Estados Unidos y occidental.
Durante una conferencia de prensa improvisada en la Oficina Oval, un periodista español preguntó: “¿Qué podemos esperar de los países de la OTAN que gastan menos, como España, por debajo del 5%?”
“España es muy baja. ¿Son una nación BRICS?”
“Son una nación BRICS. España. ¿Sabes qué es una nación BRICS? Lo descubrirás.
“Y si las naciones BRICS quieren hacer eso, está bien, pero vamos a poner al menos un arancel del 100% a sus negocios con los Estados Unidos.”
Los comentarios de Trump han generado preocupaciones sobre posibles implicaciones comerciales tanto para la Unión Europea como para los verdaderos miembros de BRICS.
El presidente de los Estados Unidos continuó describiendo a los socios comerciales de la UE como ‘duros’, exigiendo que compren más productos estadounidenses, incluidos petróleo, automóviles y tecnología.
“No compran nuestros autos, no compran nuestra tecnología, pero deben hacerlo”, insistió Trump, pidiendo un reequilibrio de las relaciones comerciales.
Aunque es poco probable que se implementen aranceles del 100% a España una vez que Trump comprenda su error, aún augura mal para el país ibérico.
Actualmente, España es el país que menos gasta en defensa entre los 31 miembros de la OTAN, con un presupuesto de defensa de solo el 1,28% del PIB, o alrededor de 18 mil millones de euros anuales, a pesar de haber aumentado su presupuesto de defensa en un 9,3% este año.
Está muy por debajo del requisito de la alianza del 2% y varias veces menos que el 5% que Trump ha insinuado que exigirá a los aliados si los Estados Unidos van a permanecer en la OTAN.
La posición geográfica privilegiada de España en el mundo, lejos de amenazas externas como Rusia, Irán o China, ha significado que el país no ha sentido la necesidad de cumplir con sus obligaciones de gasto en defensa de la OTAN, un hecho que ha recibido críticas repetidas de las administraciones estadounidenses.
Esta deficiencia ha sido criticada por nuevos funcionarios de Trump, incluido el próximo Secretario de Estado Marco Rubio, quien señaló que el gobierno del primer ministro Pedro Sánchez prioriza el gasto en bienestar social sobre el gasto militar.
Se teme que una administración hostil de Trump podría perjudicar los objetivos de política exterior de España, incluida la negociación de un acuerdo con Gibraltar, el manejo de las relaciones con Marruecos y ‘acorralar’ las posiciones de Madrid en Bruselas.
En una nota más optimista, se ha observado que España no tiene desequilibrios comerciales con los Estados Unidos, una de las grandes preocupaciones de Trump.