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Manifestantes anti-turismo enojados en Barcelona apuntaron a extranjeros con pistolas de agua durante una marcha el sábado.
Los manifestantes agresivos barricaron a los turistas en hoteles y restaurantes a lo largo de su ruta por la muy popular calle La Rambla.
Otros coreaban “Turistas, ¡váyanse a casa!”, mientras llevaban pancartas con mensajes similares.
Pero un pequeño número empuñaba pistolas de agua y rociaba a los turistas mientras estaban sentados en terrazas a lo largo de la arteria central a través del casco antiguo de la ciudad.
Las imágenes de video mostraron a turistas en shorts, camisetas y chanclas corriendo lejos de sus mesas mientras un grupo de chicas los rociaba con agua y les gritaba que “se fueran a casa”.
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Otras pancartas decían “Barcelona no está en venta” y “disminuir el turismo ahora” entre los casi 3,000 residentes que asistieron a las protestas.
Pero las acciones agresivas contra los visitantes de la ciudad fueron recibidas con desaprobación por parte de los españoles en línea.
Los manifestantes exigían que se tomaran medidas para frenar el número de turistas en la ciudad debido a los problemas que dicen que causa el sector, como los altos precios de la propiedad y alquiler, el comportamiento antisocial en las calles y el hacinamiento.
Según el sitio web de propiedades Idealista, en ciudades como Barcelona y Madrid, el alquiler aumentó un 18 por ciento en junio en comparación con un año antes.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció en junio que todos los alquileres turísticos a corto plazo se eliminarían gradualmente para 2028.
Protestas similares han ocurrido en Málaga, Palma de Mallorca y las Islas Canarias, destacando el descontento generalizado con los efectos del turismo en las comunidades locales en toda España.