NAIROBI, Kenia (AP) — Investigadores criminales en Kenia dijeron el lunes que han concluido una investigación sobre la muerte de una joven madre en 2012 que fue vista por última vez en compañía de soldados británicos que estaban en el país para entrenamiento.
La oficina del fiscal público dijo que había recibido el expediente y había reunido un equipo de fiscales senior para revisar el caso.
El cuerpo de Agnes Wanjiru, de 21 años, fue encontrado en un tanque séptico en la ciudad de Nanyuki, al norte del monte Kenia, semanas después de que testigos dijeran que fue vista saliendo de un bar con soldados británicos.
La familia de Wanjiru ha denunciado en el pasado la falta de justicia porque nadie había sido acusado en la corte.
El lunes, el Secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, se reunió con los familiares de Wanjiru y prometió “ayudar a la familia a obtener la justicia que merecen”.
“Fue profundamente conmovedor conocer a la familia de Agnes Wanjiru hoy. En los 13 años desde su muerte, han demostrado tanta fuerza en su larga lucha por la justicia,” dijo Healey en una declaración en X. “Seguiremos ofreciendo nuestro total apoyo a las autoridades kenianas.”
Healey dijo que se reuniría con el Presidente de Kenia, William Ruto, añadiendo: “Enfatizaré la necesidad de acelerar el progreso en este caso.”
En una declaración compartida por la embajada británica, la familia dijo que estaba agradecida de haber conocido a Healey después de haber recibido “demasiadas promesas vacías”. Añadieron que esperaban que el Reino Unido y Kenia trabajaran juntos para cerrar el asunto.
La hija de Wanjiru, que tenía cinco meses cuando su madre desapareció y ahora tiene 13 años, ha permanecido al cuidado de su abuela y tía.
Gran Bretaña tiene aproximadamente 200 militares permanentemente basados en Kenia. La mayoría de ellos actualmente están entrenando a más de 1,000 soldados kenianos al año antes de su despliegue en el vecino Somalia para combatir al afiliado de al-Qaida en África Oriental, al-Shabab.
El gobierno británico invierte más de 1.1 mil millones de chelines kenianos ($9.6 millones) cada año en la asociación. Los kenianos han expresado preocupaciones en el pasado sobre la forma en que las fuerzas británicas tratan a los residentes locales y al medio ambiente en su campo de entrenamiento.