El presidente de Argentina, Javier Milei, anunció el viernes medidas para privatizar la aerolínea de bandera Aerolíneas Argentinas en medio de un enfrentamiento con los sindicatos por salarios y derechos laborales.
El jueves, un tribunal laboral en Buenos Aires suspendió un decreto de Milei para limitar el derecho a la huelga en el sector de la aviación.
El tribunal dictaminó que el decreto, que ordenaba que las aerolíneas mantuvieran al menos el 50 por ciento de los vuelos en caso de una huelga, era inconstitucional, según la Asociación de Pilotos de Aerolíneas.
La decisión fue el último revés judicial para Milei, que llegó al poder en diciembre prometiendo una dosis de shock terapéutico para la endeble economía argentina.
El autoproclamado “líder anarcocapitalista” dice que Aerolíneas Argentinas, de propiedad estatal, le está costando al país demasiado, pero sus esfuerzos por reducir costos han sido recibidos con una feroz resistencia por parte de los sindicatos.
Los pilotos y la tripulación han realizado dos huelgas de un día en el último mes en busca de aumentos salariales, afectando a cientos de vuelos.
Exigen aumentos salariales del 30-35 por ciento para ayudarlos a sobrellevar la alta tasa de inflación persistente de Argentina, que alcanzó el 236.7 por ciento interanual en agosto.
Después de la decisión del tribunal, la presidencia emitió un comunicado el viernes diciendo que el gobierno ha decidido abrir el camino para la privatización de la aerolínea.
El comunicado dijo que Aerolíneas Argentinas no ha obtenido beneficios desde 2008.
Dijo que la aerolínea estaba siendo “acosada por una casta sindical cuya única prioridad es mantener privilegios”.
En un país con niveles de pobreza que superan el 52 por ciento, “es irresponsable e inaceptable que el Estado siga financiando el déficit y los privilegios de unos pocos con los impuestos de aquellos que no llegan a fin de mes”, dijo la presidencia.