El presidente Biden también destacó la importancia de abordar las necesidades humanitarias urgentes en Gaza, incluida la provisión de alimentos, agua y suministros médicos. Señaló que Estados Unidos está comprometido a trabajar con la ONU y otras organizaciones internacionales para garantizar que la ayuda llegue a quienes la necesitan desesperadamente en la región.
La guerra en Gaza ha causado un sufrimiento indicible para la población civil, con miles de vidas perdidas y un número incalculable de personas heridas y desplazadas. Es imperativo que se alcance un acuerdo de alto el fuego duradero que ponga fin a esta violencia y permita que la población de Gaza reconstruya sus vidas en paz y seguridad.
El presidente Biden reiteró su compromiso de trabajar con todos los actores relevantes en la región para lograr una solución sostenible y justa para el conflicto en Gaza. Instó a todas las partes a comprometerse de buena fe en las negociaciones y a respetar el alto el fuego en vigor para evitar más sufrimiento y pérdida de vidas.
La comunidad internacional también debe desempeñar un papel activo en apoyar los esfuerzos de paz en la región y en garantizar que se cumplan las necesidades humanitarias urgentes de la población afectada por el conflicto. Solo a través del diálogo y la cooperación se podrá lograr una paz duradera y sostenible en Medio Oriente.
Esperamos que las negociaciones en curso conduzcan a un acuerdo de alto el fuego duradero y a la resolución pacÃfica de este conflicto devastador. El pueblo de Gaza y de toda la región merece vivir en paz y seguridad, y es responsabilidad de la comunidad internacional trabajar juntos para hacer realidad ese objetivo.
El miércoles temprano, el rey Abdullah II de Jordania también visitó El Cairo y se reunió con el-Sisi, discutiendo tanto el alto el fuego en el LÃbano como los últimos acontecimientos en Gaza, según funcionarios egipcios.
Pero mientras los negociadores renuevan sus esfuerzos en Gaza, probablemente mantendrán una mirada muy cercana, incluso cautelosa, sobre la frontera norte de Israel con el LÃbano, ya que hay mucha más voluntad internacional detrás del alto el fuego con Hezbollah que confianza entre los enemigos de larga data.
Israel y Hezbolá intercambiaron intensos disparos hasta momentos antes de que el alto el fuego entrara en vigor el miércoles. Ahora será una espera tensa para ver si la paz se mantiene durante el perÃodo de 60 dÃas en que las fuerzas israelÃes, que cruzaron la frontera a principios de octubre, se retiran lentamente del anterior bastión de Hezbollah en el sur del LÃbano. Serán reemplazados por soldados libaneses y fuerzas de paz de las Naciones Unidas durante un proceso supervisado por Estados Unidos y Francia.
En los próximos dos meses, Israel debe retirar todas sus tropas del LÃbano y Hezbollah debe retirar sus combatientes y armas a unas 20 millas al norte de la frontera, al otro lado del rÃo Litani.
Pero la desconfianza en ambos lados de la frontera –la llamada LÃnea Azul, establecida después de la última guerra entre Israel y Hezbolá en 2006– es profunda. Tanto Biden como el primer ministro israelÃ, Benjamin Netanyahu, subrayaron el martes que, en palabras del lÃder israelÃ: “Si Hezbollah rompe el acuerdo e intenta rearmarse, atacaremos”.
“Por cada violación”, amenazó Netanyahu, “atacaremos con fuerza”.
En declaraciones el miércoles en “CBS Mornings”, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo que la administración Biden ayudó a negociar la tregua basándose en éxitos y fracasos anteriores.
“Hemos aprendido del pasado”, dijo, “y hemos diseñado este acuerdo para que sea duradero y permanezca en vigor, para continuar sosteniendo la paz y también para garantizar la seguridad del Estado de Israel”.
Los combates entre Israel y Hezbolá expulsaron a cientos de miles de civiles libaneses de sus hogares en el sur y a unos 60.000 israelÃes de sus comunidades cercanas a la frontera en el norte.
“No es seguro volver a casa”, dijo el israelà Eliyahu Maman mientras la tregua silenciaba el lanzamiento de cohetes, “porque Hezbollah todavÃa puede hacernos daño”.
Al otro lado de la frontera, Rima Abdkhaluk, residente de Beirut, dijo que “no creÃa en este alto el fuego… No se puede confiar en Israel”.
Se ven vehÃculos en la carretera entre Sidón y Tiro, LÃbano, el 27 de noviembre de 2024, mientras las personas desplazadas regresan a sus hogares en el sur del LÃbano después de que entrara en vigor un alto el fuego entre Israel y Hezbolá.
MAHMOUD ZAYYAT/AFP/Getty
Pero ni la falta de confianza ni las advertencias de los funcionarios israelÃes y libaneses para que los civiles no regresaran a las zonas evacuadas en medio de la ofensiva israelà desde octubre fueron suficientes para disuadir a miles de civiles libaneses de volver a guardar sus pertenencias en sus automóviles y apiñarse en las carreteras para tratar de regresar a sus hogares. sus hogares en el sur el miércoles.
Unos dos millones de palestinos en Gaza tendrán la esperanza de tener también la oportunidad de empezar a reconstruir sus destrozadas vidas en las próximas semanas. Las familias de unos 100 rehenes israelÃes que aún se encuentran retenidos en la Franja de Gaza esperan que el renovado impulso para un alto el fuego con Hamas también pueda traer a sus seres queridos de regreso a casa.
Agnes Reau y
Khaled Wassef
contribuido a este informe.