Los residentes de Tulkarm en Cisjordania ocupada por Israel estaban evaluando los daños el sábado después de una incursión de dos días por las fuerzas israelíes, que seguían avanzando en otras partes del territorio ante señales de que los enfrentamientos con grupos militantes palestinos podrían extenderse.
En el barrio de Nur Shams – que fue el foco de la incursión – las excavadoras israelíes habían destrozado grandes trozos de las calles, y muchas casas aún estaban sin agua corriente, dijo Suleiman Zuhairi, un ex funcionario de la Autoridad Palestina de la zona.
Las tropas israelíes continuaban su operación – que comenzó durante la noche del miércoles – en la ciudad de Jenin en el norte de Cisjordania, mientras que dos episodios más al sur provocaron temores de que la violencia estuviera empeorando.
A altas horas de la noche del viernes, tres soldados israelíes resultaron heridos después de que un coche explotara en una gasolinera cerca de un importante cruce entre Jerusalén y Hebrón, según las autoridades israelíes. El ejército israelí dijo que otro asaltante fue abatido mientras intentaba atacar el asentamiento de Karmei Tzur.
Desde los ataques liderados por Hamas el 7 de octubre que dejaron 1.200 muertos en Israel, desencadenando la guerra en Gaza, Israel ha temido un ataque similar desde Cisjordania ocupada, donde aproximadamente tres millones de palestinos viven bajo el control militar israelí. El ejército israelí ha intensificado sus incursiones allí en un intento de frenar la amenaza, arrestando a miles.
El ejército israelí afirma que sus actuales incursiones están dirigidas contra los bastiones de los grupos armados palestinos. Funcionarios israelíes dijeron que se habían planeado más de 150 ataques con disparos y explosivos contra israelíes desde las áreas de Jenin y Tulkarm en el último año. Según las Naciones Unidas, más de 600 palestinos han muerto en enfrentamientos con soldados y civiles israelíes desde octubre en Cisjordania.
El viernes, los residentes de Tulkarm realizaron un cortejo fúnebre en ausencia por Muhammad Jaber, un comandante militante asesinado por las fuerzas israelíes durante la incursión. Según su familia, las autoridades israelíes aún tienen el cuerpo de Jaber.
Jaber, también conocido como Abu Shujaa, se había convertido en una figura de culto en el barrio de Nur Shams, donde vivía, por su lucha armada contra Israel. El ejército israelí dijo que había estado involucrado en “numerosos ataques terroristas”.
Un pariente de Jaber, Neyaz Zendiq, dijo que había pasado la mayor parte de los últimos días acurrucado en su casa en Nur Shams junto a su familia. El hijo de Zendiq, Jihad, fue asesinado durante otra incursión israelí en junio.
Jaber era querido por los residentes del campamento, dijo Zendiq. “No aceptaba la humillación”, añadió Zendiq, refiriéndose a la ocupación israelí.
Pero Zuhairi, el ex funcionario, dijo que los palestinos que viven en el campamento – en busca de un líder – habían inflado a Jaber en un “ícono de la lucha”, dándole una reputación que superaba con creces sus actividades reales.