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El miedo a los okupas se ha convertido en una realidad cada vez más presente en Palma y en toda Mallorca, siendo la ocupación potencial de antiguas sucursales bancarias una preocupación particular. Uno de los casos más notorios de okupación en la ciudad fue el de un banco justo enfrente de la sede de la Policía de Palma. Eso duró varios meses. La okupación atrajo a pandillas de jóvenes. Hubo tráfico de drogas. Hubo peleas y acoso a los residentes.
El lunes por la noche, los residentes de Camp d’en Serralta vieron a dos individuos actuando de manera sospechosa fuera de una sucursal bancaria que ha estado cerrada durante algunos años. Estos individuos estaban intentando encontrar una forma de entrar.
En un momento dado, fueron desafiados por los residentes y se marcharon. Mientras tanto, la policía había sido contactada. Los dos regresaron más tarde pero no lograron su objetivo y el martes empleados de una empresa de alarmas estaban en el banco para verificar los sistemas de seguridad.
En Camp d’en Serralta ha habido varios casos de okupación – tanto reales como intentados – que han generado preocupación. Los residentes están cada vez más atentos a cualquier actividad sospechosa, siendo el caso más conocido en la zona el de un edificio que había sido abandonado mientras aún estaba en construcción.
Unos doce okupas se mudaron. Finalmente fueron desalojados y los propietarios tuvieron que limpiar el edificio debido a su estado insalubre.
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