Mark Savage, Music Correspondent at Interscope, explores the isolating nature of being a pop star through the lens of Lady Gaga’s career. Gaga, who rose to fame in 2009-10, faced intense scrutiny and relentless media attention, leading to feelings of loneliness and isolation. Despite her success, Gaga admits to feeling alone and craves companionship. She found solace in her relationship with tech entrepreneur Michael Polansky, who proposed to her with a blade of grass, a symbol of love and simplicity. This gesture inspired a song on Gaga’s new album, Mayhem, which marks her return to pop music after exploring other genres. With Polansky’s encouragement, Gaga embraced her pop roots and created an album that reflects her early hits and tackles the complexities of fame. Gaga acknowledges the challenges of balancing her public persona with her private life, ultimately finding peace in integrating both aspects into her identity as an artist. Mark Salvaje es el artista detrás de todo esto.
En entrevistas anteriores, la músico ha hablado de cómo se disoció de Lady Gaga. Por un tiempo, creyó que el personaje era responsable de todo su éxito, y que ella no había contribuido en nada.
Caos marca el momento en el que ella reclama la propiedad de su música, no solo de “Lady Gaga” sino de otros productores y escritores en su órbita.
“Cuando era más joven, la gente intentaba llevarse el crédito por mi sonido, o mi imagen [pero] todas mis referencias, toda mi imaginación de lo que la música pop podría ser, venían de mí.
“Así que realmente quería revisitar mis inspiraciones anteriores y mi carrera y poseerla como mi invención, de una vez por todas.”
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La cantante sorprendió a los fans en Francia con adelantos de su nueva música el verano pasado
Desde el principio, estaba claro que Gaga estaba emocionada por esta nueva fase.
El verano pasado, después de actuar en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, salió a las calles de París y tocó demos tempranos de su nueva música a los fans que se habían reunido afuera de su hotel.
Fue una decisión espontánea, pero marcó otro esfuerzo por restaurar la espontaneidad de su carrera temprana.
“Esto es algo que he hecho durante casi 20 años, donde le tocaba mi música a mis fans mucho antes de que saliera,” dice.
“Solía, después de mis shows, invitar a los fans al backstage, y nos quedábamos y les tocaba demos y veía qué pensaban de la música.
“Estoy segura de que puedes imaginar que después de 20 años, no esperas que la gente siga viniendo a escuchar tu música y emocionarse de verte. Así que solo quería compartirla con ellos, porque estaba emocionada de que estuvieran allí.”
Interscope / Lady Gaga
La nueva música de Gaga es un regreso al Europop maximalista y estremecedor de sus primeros días
Como entrevistador, este es un momento de cierre para mí también. La última vez que entrevisté a Lady Gaga fue en 2009, cuando Just Dance llegó al número uno en el Reino Unido.
En ese entonces, estaba emocionada, charlando entusiastamente sobre su amor por John Lennon, llamándose a sí misma “adicta a la heroína” del té inglés, y prometiendo enviarme un MP3 de Blueberry Kisses – una canción inédita que es, bastante brillantemente, sobre realizar un acto sexual mientras tu aliento huele a café con sabor a arándano.
A lo largo de los años, he visto que sus entrevistas se volvieron más cautelosas. Usaba disfraces extravagantes o gafas de sol negras, poniendo deliberadamente una barrera entre ella y el periodista.
Pero la Gaga que conocí en Nueva York es la misma que hablé hace 16 años: cómoda consigo misma, y rebosante de entusiasmo.
Ella atribuye esa tranquilidad a “crecer y vivir una vida plena”.
“Estar allí para mis amigos, estar allí para mi familia, conocer a mi increíble prometido – todas estas cosas me hicieron una persona completa, en lugar de que la cosa más importante fuera mi personaje en el escenario.”
Con un aire de finalidad, agrega: “Quería que Caos tuviera un final. Quería que el caos se detuviera.
“Me alejé del ícono. Termina con amor.”