Una mujer de 26 años ha recordado su horrible experiencia después de verse infectada con el virus del Nilo Occidental en el sur de España.
Melody S.R (en la foto hablando a las noticias locales) dijo que sentía que su cabeza “estaba explotando”, describiendo la sensación como “como si tuviera el corazón en el cerebro”.
Hablando con Correo de Andalucía, la madre de un niño de nueve años recordó cómo acudió por primera vez a un centro de salud en Coria del Río, el epicentro del último brote, el 29 de julio.
Dijo que ya no podía soportar los intensos dolores de cabeza que había estado sufriendo durante las dos semanas anteriores.
Recordó: “Los médicos me preguntaron si me despertaba por la noche, si la luz me molestaba, y si el dolor empeoraba, y respondí que sí a todo”.
Finalmente, la mujer fue hospitalizada durante cinco días después de desarrollar encefalitis (inflamación del cerebro), uno de los posibles efectos secundarios de la enfermedad transmitida por mosquitos.
Melody añadió: “Acudí a urgencias seis veces, descartaron el mosquito, pero estaba casi segura de que era la causa”.
El pequeño pueblo de Coria del Río, en Sevilla, ya ha visto tres muertes por virus del Nilo Occidental este verano, dos de las cuales Melody conocía personalmente.
Ha habido otras dos muertes, una en La Puebla y otra en Dos Hermanas, ambas en la provincia de Sevilla.
Melody fue ingresada al mismo tiempo que Ana García, una mujer de 77 años de su pueblo que pasó 21 días en el hospital luchando contra la enfermedad.
La joven madre dijo que su fe como cristiana evangélica la ayudó a superar la prueba.
A pesar de que se confirmaron 10 nuevas infecciones en el último informe del ministerio de salud regional, el Partido Popular, con el apoyo de Vox, se negó a celebrar una sesión de emergencia en el Parlamento de Andalucía (la Junta de Andalucía).
Se llevaron a cabo protestas en Coria del Río el lunes por la noche, exigiendo la creación de una vacuna.
La experiencia de Melody
Cuando Melody acudió por primera vez al centro de salud en Coria del Río, la trasladaron al Hospital Virgen del Rocío en la ciudad de Sevilla.
Ese mismo día le hicieron una tomografía computarizada y una prueba de sangre, antes de ser referida de manera “urgente” al neurólogo.
“El médico que me trató me aseguró que mi condición no tenía nada que ver con el virus del Nilo Occidental”, afirmó Melody.
Entre el lunes 29 de julio y hasta que finalmente fue ingresada el sábado 3 de agosto, Melody se sometió a múltiples pruebas, incluidas pruebas de sangre, una tomografía computarizada y una resonancia magnética, así como una prueba de orina, algo que solicitó específicamente y que resultó positiva.
Estuvo yendo y viniendo del hospital un total de seis veces, a pesar de que sus dolores de cabeza eran tan intensos que apenas podía mantenerse de pie.
En uno de sus regresos al hospital de la ciudad de Sevilla, un informe del centro de salud de Coria ordenó una prueba de virus del Nilo Occidental para “descartar” la enfermedad.
Pero le dijeron que necesitaría una punción lumbar para saber con seguridad.
El procedimiento implica que se introduce una aguja en la parte baja de la espalda, entre los huesos de la columna, para extraer líquido para su análisis.
Melody estaba aterrorizada de hacerse la punción lumbar y decidió regresar a casa en su lugar, pero sus dolores de cabeza y fiebre de 39 grados Celsius persistieron.
Cuando su condición empeoró nuevamente, se vio obligada a regresar al Hospital Virgen del Rocío en las primeras horas del 3 de agosto, donde finalmente aceptó someterse a la punción lumbar.
“Tengo muy malos recuerdos de ese momento, intentaron extraer el líquido de mi médula en dos ocasiones, pero no tuvieron éxito”, recordó Melody.
En la tercera ocasión, funcionó, y se confirmó el virus del Nilo Occidental.
Luego siguieron cinco días en la sala de enfermedades infecciosas, donde también fue tratada por encefalitis.
Aunque ahora está de vuelta en casa, continúa sufriendo de dolores de cabeza.