La primera ministra italiana Giorgia Meloni ha dicho que los aranceles de Estados Unidos a las importaciones de la Unión Europea son “incorrectos”, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que comenzaría a cobrar una tasa del 20% sobre productos de la UE.
Meloni es una de las muchos líderes mundiales que reaccionan a los anuncios del “día de liberación” de Trump, que incluyen un arancel base universal del 10% sobre todas las importaciones a los Estados Unidos a partir del 5 de abril.
Alrededor de 60 países – incluida la UE – se verán afectados con aranceles más altos a partir del 9 de abril. Algunas de las tasas más altas se aplicarán a países más pequeños, como Lesotho, que ha sido afectado con un gravamen del 50%.
Trump dijo que las medidas harían que Estados Unidos “se enriqueciera de nuevo”, añadiendo que había sido “muy amable” en sus decisiones.
Meloni, aliada de Trump, dijo que los aranceles de la UE “no favorecerían a ninguna de las partes” – refiriéndose a la UE y a Estados Unidos – pero que trabajarían hacia un acuerdo con Estados Unidos para “prevenir una guerra comercial”.
Su homólogo español, Pedro Sánchez, dijo que España protegería a sus empresas y trabajadores y “seguiría comprometida con un mundo abierto”.
El ministro de Comercio irlandés, Simon Harris, dijo que estaba listo para negociar con Estados Unidos, llamándolo el “mejor camino a seguir”, mientras que el Taoiseach Micheál Martin dijo que la decisión de Trump era “profundamente lamentable” y beneficiaba a “nadie”.
Fuera de la UE, el primer ministro australiano Anthony Albanese dijo que los estadounidenses terminarían pagando el mayor precio por lo que él llamó “aranceles injustificados”, pero dijo que su gobierno no impondría medidas recíprocas.
“No nos uniremos a una carrera hacia abajo que lleve a precios más altos y un crecimiento más lento”, añadió.
La mayor economía de América Latina, Brasil, aprobó una ley en el congreso el miércoles – la Ley de Reciprocidad Económica – para contraatacar el arancel del 10% impuesto por Trump. No hubo una reacción inmediata del presidente, pero la semana pasada Luiz Inácio Lula da Silva dijo que su país “no puede quedarse quieto” ante los aranceles.
Poco después del anuncio de Trump, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, advirtió a los países que no “retaliaran” y “se quedaran tranquilos”.
“Porque si retaliáis, habrá escalada”, dijo a Fox News.
Es notable que los dos mayores socios comerciales de Estados Unidos, Canadá y México, no fueron mencionados en los anuncios del miércoles.
La Casa Blanca dijo que trataría con ambos países de acuerdo con órdenes ejecutivas anteriores, que impusieron aranceles del 25% a las dos naciones como parte de los esfuerzos para abordar el fentanilo y los problemas fronterizos.
Sin embargo, Canadá seguirá siendo impactado por los aranceles, dijo el primer ministro Mark Carney. Medidas como el arancel del 25% sobre automóviles a partir de la medianoche del jueves “afectarían directamente a millones de canadienses”, añadió.
Prometió “combatir estos aranceles con medidas de represalia”, añadiendo que los gravámenes de Estados Unidos “cambiarían fundamentalmente el sistema de comercio global”.
