La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, instó a los líderes de su partido político el martes a rechazar el antisemitismo, el racismo y la nostalgia por regímenes totalitarios después de que un medio de comunicación italiano capturara en cámara oculta a miembros de la sección juvenil de su partido glorificando el fascismo.
“Estoy enojada y entristecida por cómo fuimos representados por el comportamiento de algunos jóvenes de nuestro movimiento”, escribió la Sra. Meloni en un correo electrónico, visto por The New York Times, a los directores de su partido, Hermanos de Italia.
El informe de noticias, que salió en dos episodios el mes pasado, fue filmado por un periodista del medio de comunicación italiano Fanpage.it que fingió ser un activista de Juventud Nacional, el brazo juvenil de Hermanos de Italia.
El informe dijo que la cámara oculta mostraba a miembros del movimiento haciendo saludos fascistas, alabando al dictador fascista italiano Benito Mussolini, instruyendo a otros a difundir pegatinas con lemas fascistas y definiéndose a sí mismos como fascistas. Personas identificadas en el informe como miembros del grupo juvenil fueron filmadas mientras gritaban “¡Sieg heil!”, una expresión adoptada por los nazis. Otras personas identificadas como miembros del ala juvenil fueron filmadas mientras hacían comentarios racistas y antisemitas.
El informe fue un golpe para la Sra. Meloni, quien, a pesar de tener raíces en un partido nacido de los restos del fascismo, ha tratado de avanzar desde ese pasado y se ha comprometido a presentarse como una líder moderna y pragmática, diciendo una y otra vez que el fascismo pertenecía a la historia.
Pero casi dos años después de asumir su cargo, tuvo que recordar a la dirección de su partido que dejaran atrás esa herencia. Mostró que la transformación no estaba completa y que la nostalgia por elementos del pasado más oscuro de Italia persiste, al menos en algunas partes de un partido que pasó de ser un movimiento marginal a convertirse en la mayor fuerza gobernante de Italia.
“A mi edad, ¿tendré que volver a ver esto?” preguntó en televisión italiana una senadora y sobreviviente del Holocausto, Liliana Segre, de 93 años, después de ver los informes de Fanpage. “¿Tendré que ser expulsada de mi país como una vez fui expulsada?”
Los legisladores de la izquierda se levantaron. Michela Di Biase, una legisladora del Partido Democrático de Italia, acusó a los jóvenes del partido de Meloni de idealizar a quienes “mancharon la historia de nuestro país con la sangre de la persecución”.
La Sra. Meloni y los legisladores de su partido criticaron los métodos del periodista y dijeron que el informe de noticias no representaba la verdadera identidad de su partido o de su movimiento juvenil, sino a una pequeña minoría. Luca Ciriani, un legislador de Hermanos de Italia, dijo que el informe se había construido sobre la base de imágenes fragmentadas y fuera de contexto. Otros miembros del partido reconocieron y condenaron el comportamiento.
Pero la Sra. Meloni también sintió la necesidad de hablar.
“No hay lugar en nuestras filas para aquellos que desempeñan un papel de caricatura que solo sirve a la narrativa que nuestros oponentes quieren crear sobre nosotros”, escribió en la carta. “Yo y nosotros no tenemos tiempo que perder con aquellos que quieren hacernos retroceder”.
También recordó a los líderes del partido que Hermanos de Italia se adhirió a la resolución de 2019 del Parlamento Europeo que condenaba todas las dictaduras del siglo XX. Es “una posición”, dijo, “que no tengo intención de cuestionar”.
Dos miembros de la sección juvenil, Elisa Segnini y Flaminia Pace, que fueron presentados en el informe, abandonaron sus roles oficiales después de que saliera a la luz el informe, pero no fueron expulsados del movimiento, dijo Donatella Di Nitto, una portavoz de Hermanos de Italia.
La Sra. Segnini dejó su trabajo con un legislador del partido, y la Sra. Pace renunció a su cargo en el Consejo Nacional de la Juventud de Italia, un grupo que representa a los jóvenes.
La Sra. Di Nitto dijo que la Sra. Segnini y la Sra. Pace no harían comentarios. Agregó que no ha habido más renuncias o expulsiones, “por ahora”.