Un enorme terremoto de magnitud 7,7 ha golpeado el centro de Myanmar, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Al menos 144 personas han muerto y 732 han resultado heridas hasta ahora en el país, informó el líder militar de Myanmar, Min Aung Hlaing. El epicentro se encontraba a 16 km al noroeste de la ciudad de Sagaing, a una profundidad de 10 km, enviando fuertes temblores que se sintieron hasta en el suroeste de China y Tailandia. Mientras tanto, 81 trabajadores de la construcción están desaparecidos después de que un edificio de gran altura en construcción se derrumbara a cientos de kilómetros de distancia en Bangkok, según el viceprimer ministro de Tailandia. Al menos siete personas han muerto en el lugar en Tailandia, según la Administración Metropolitana de Bangkok. Un rescatista en Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, le dijo a la BBC que el daño es “enorme”. Se espera que el número total de personas muertas y heridas por el terremoto aumente en los próximos días. Ha habido informes de que las carreteras se han agrietado en la capital de Nay Pyi Taw, y el gobierno militar del país ha declarado el estado de emergencia en seis regiones. El terremoto golpeó cerca de Mandalay, que tiene una población de aproximadamente 1,5 millones de personas. Un segundo terremoto ocurrió 12 minutos después del primero, según el USGS, con una magnitud de 6,4 y su epicentro estaba a 18 km al sur de Sagaing. Soe Lwin, en la mayor ciudad de Myanmar, Yangon, dijo que sintió el primer terremoto desde hacía “mucho tiempo” y agregó que los residentes están preocupados por la posibilidad de más réplicas. Bui Thu, una periodista de la BBC que vive en Bangkok, dijo en el programa Newsday de la BBC World Service que estaba en casa cocinando cuando ocurrió el terremoto inicial. “Estaba muy nerviosa, estaba muy asustada”, dijo. “Los edificios en Bangkok no están diseñados para terremotos, así que creo que habrá grandes daños”. El primer ministro de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, visitó el sitio del edificio colapsado el viernes por la tarde. Los equipos de búsqueda y rescate han sido movilizados y se han establecido centros de desastre para ayudar con la operación de rescate. Los esfuerzos de rescate similares se han visto obstaculizados por la agitación política en Myanmar, que ha enfrentado una brutal guerra civil desde que una junta militar tomó el poder en un golpe de estado en 2021. Después del terremoto, la junta hizo un raro llamado a la asistencia internacional, declarando el estado de emergencia en seis regiones. El terremoto ha añadido presión a la situación humanitaria en el país, donde se estima que 3,5 millones de personas han sido desplazadas por los enfrentamientos. La región de Sagaing, cerca del epicentro del terremoto, es un campo de batalla clave volátil en la guerra civil. Según un reciente proyecto de datos de la BBC, el país está ahora controlado por un mosaico de grupos, lo que dificulta los esfuerzos de ayuda y recuperación. El estado controla casi todos los medios de comunicación locales de radio, televisión, prensa y en línea, y el uso de Internet está restringido en el país, lo que a menudo dificulta el acceso a la información.
