Los manifestantes en Bangladesh han vandalizado e incendiado la antigua casa familiar de la ex primera ministra depuesta Sheikh Hasina, así como las de otros miembros de su partido. El disturbio fue provocado por la noticia de que Hasina hablaría al país a través de las redes sociales desde la India, donde ha estado exiliada desde que las protestas lideradas por estudiantes la derrocaron el año pasado. La Hasina de 77 años, que estuvo a cargo de Bangladesh durante 20 años, era vista como una autócrata cuyo gobierno reprimió implacablemente la disidencia. El miércoles por la noche, una excavadora derribó la casa del difunto padre de Hasina, Sheikh Mujibur Rahman, quien también es el presidente fundador de Bangladesh. La estructura había sido reconvertida en un museo. El padre de Hasina es ampliamente considerado un héroe de la independencia, pero la ira hacia su hija ha manchado su legado entre los críticos de Hasina. En un video en directo de Facebook, Hasina condenó el ataque y exigió “justicia”. “Pueden demoler un edificio, pero no pueden borrar la historia”, dijo. Hasina, una vez aclamada como un ícono de la democracia, ha visto empañada su reputación después de asumir el cargo. Ha sido acusada de amañar elecciones y encarcelar a sus críticos, y su administración era ampliamente vista como corrupta. Enfrenta órdenes de arresto por reprimir las protestas lideradas por estudiantes el año pasado, que vieron a cientos de personas asesinadas. Aunque Hasina huyó a la India en agosto pasado, la ira no ha disminuido contra ella y sus compañeros de partido de la Liga Awami. El miércoles, los manifestantes también vandalizaron e incendiaron las casas y negocios de altos líderes de la Liga Awami. Ha habido llamados en las redes sociales para liberar al país de los “lugares de peregrinación del fascismo”. La policía le dijo al servicio bengalí de la BBC que alrededor de 700 manifestantes se presentaron en la residencia el miércoles por la noche, y se desplegaron docenas de agentes de policía. Desde la destitución de Hasina, un gobierno interino liderado por el laureado con el Nobel Muhammad Yunus ha mantenido al país en funcionamiento. Pero ha luchado por sofocar el malestar persistente. Miles de manifestantes han salido a las calles en los últimos meses, exigiendo que Hasina sea procesada por su violenta represión a los manifestantes estudiantiles. Mientras el gobierno de Yunus intenta que Hasina sea extraditada de la India, también está lidiando con una crisis económica inminente: Yunus ha acusado a Hasina de falsificar el crecimiento económico de Bangladesh y de lavar miles de millones de dólares durante su mandato. Yunus se ha comprometido a celebrar elecciones a finales de 2025 o principios de 2026.