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El viernes por la tarde unas cincuenta personas participaron en una ‘Marxa Guiri’ en Palma, como preludio a la protesta contra el turismo de masas que está programada para el 21 de julio; “guiri” es un coloquialismo para referirse a un turista extranjero.
Vestidos como turistas, la marcha fue desde la Plaça Porta Pintada hasta La Llotja. En la parte más estrecha de la calle Sant Miquel, algunos de ellos se sentaron y ocuparon el espacio. Esto fue para denotar el sentimiento de tensión que los residentes sienten debido al turismo.
Uno de los organizadores, Pere Joan Femenia, dijo que estaban criticando la gentrificación y el hecho de que la vivienda y los negocios estén orientados hacia el turismo y no hacia los residentes.
Hubo consignas contra Airbnb, hoteleros, la ocupación del espacio público por terrazas de bares y restaurantes, el consumo de agua por parte de los turistas y la proliferación de coches de alquiler.