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Hans Lenz de Engel & Völkers es presidente de la asociación ABINI de agentes inmobiliarios nacionales e internacionales. Los miembros de esta asociación suelen operar en el segmento de alto nivel del mercado; muchos de sus clientes son extranjeros.
Lenz, puede sonar sorprendente, dice que “Mallorca ahora es demasiado cara para los ricos del norte de Europa. Por eso hay una desviación significativa de compradores hacia la península.” Explica que se están realizando cinco o seis ventas de más de 20 millones de euros al año. Por encima de los 40 millones no hay ninguna.
Desde 2019, según un informe de Caixabank Research, el número de ventas a extranjeros ha crecido solo un dos por ciento. En el caso de Málaga o Alicante, ha aumentado un 30% en el mismo período. “Los precios han subido mucho en los últimos años”, dice Lenz. “En España ya somos los más caros. Aquí es como en el Monopoly, y para las nuevas construcciones los costes son el doble de lo que son en la península, sin tener en cuenta el precio del terreno.
“Debemos construir para las personas que viven y trabajan aquí. No hay necesidad de más viviendas de lujo. Debemos pensar en nuestros residentes, no solo especular.”
No obstante, siguen surgiendo desarrollos inmobiliarios de lujo, a precios algo más bajos que los mencionados por Hans Lenz. Como ejemplo, las ventas han comenzado para el desarrollo XOJAY Es Jonquet en Palma. Los precios de sus 57 apartamentos oscilan entre 1,3 y 5,8 millones de euros. También hay una villa por 7,87 millones. Los futuros residentes disfrutarán de un servicio de recepción, piscina y solárium, un spa con sauna y cámara criogénica, una sala de cine, una sala de yoga y meditación, un simulador de golf, una bodega, un barco comunitario, un chef para eventos privados.
El lujo está en todas partes. Fuera de Palma hay numerosas viviendas que superan el millón de euros. En el sector hotelero, están los complejos como Son Bunyola de Richard Branson, donde una villa está disponible por 10.000 euros la noche.
José Miguel Artieda, presidente de la asociación API de agentes inmobiliarios, dice: “Ya no es raro gastar 14 o 20 millones de euros en el centro de Palma. Es una pieza más de súper lujo que se mueve entre 11.000 y 20.000 euros por metro cuadrado. Varias agencias inmobiliarias de lujo extranjeras están aquí, grandes marcas alemanas, suecas y ahora también estadounidenses.”
En el sector de restaurantes, Juan Miguel Ferrer de la Asociación de Restaurantes de CAEB observa “hay dos tipos de lujo: uno que se ve atraído por las marcas, el más ‘Instagrammable’, y el que es más austero y auténtico”. Aunque parece que Mallorca ha escalado la escalera del lujo en los últimos años, Ferrer argumenta que la isla es “lujo medio” detrás de lugares como Dubai, Las Vegas, Nueva York o Londres. En esas ciudades, los restaurantes pueden cobrar hasta 500 euros por persona sin vino. Esto no ocurre en Mallorca, donde es más bien de 80 a 150 euros.
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