La prohibición temporal de establecer nuevas camas para turistas continúa en Mallorca y sus islas circundantes.
El gobierno balear está trabajando para controlar el overturismo en el archipiélago español.
Había aplicado la moratoria de alojamiento vigente desde febrero de 2022, donde se colocaron 90,000 camas de alojamiento para alquiler vacacional en un pool de intercambio. Esto significa que los lugares de alojamiento pueden intercambiarse pero no se pueden crear nuevos lugares.
“Abogamos por la contención, no por la disminución”, dijo la presidenta Marga Prohens.
Los consejos insulares siguen deliberando sobre el número máximo de camas de alojamiento permitidas por isla.
Esto ocurre mientras el gobierno balear está considerando una serie de medidas para controlar el turismo a medida que se acerca la temporada de verano. Se han propuesto medidas más estrictas contra el alojamiento turístico ilegal, incluidas multas de hasta 500,000 euros.
El número de turistas que eligen alojarse en segundas viviendas alquiladas ilegalmente en lugar de en hoteles o propiedades de alquiler vacacional con licencia ha aumentado un 25% en los últimos cinco años, según el Instituto de Estadística de Baleares.
Esto es un cuatro por ciento más alto que los turistas que se alojan en el alojamiento regulado.
Se decidió que no se implementará un aumento potencial en el impuesto turístico.
Prohens dijo que está trabajando para ‘defender el interés general’ en las islas, que se enfrentan a una importante crisis de vivienda.
El stock de viviendas en las Baleares deberá aumentar entre 93,800 y 230,400 nuevas unidades para 2040, según un informe reciente del Instituto de Estadística de Baleares, si se quiere apoyar el flujo de inmigración.
Treinta y siete organizaciones de las Baleares participaron en la protesta a nivel nacional el 5 de abril, donde cientos de miles de personas exigieron que la vivienda en España sea tratada como un derecho humano y no como una mercancía.
La industria hotelera de Mallorca ya está en peligro, con propietarios de restaurantes y discotecas preocupados de no tener suficiente personal para trabajar en la temporada de vacaciones. El personal no puede encontrar alojamiento, ya que los alquileres disponibles se alquilan a precios máximos.
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