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El alcalde de la ciudad de Madrid ha decidido tomar medidas contra lo que muchos locales ven como la plaga de los patinetes eléctricos de alquiler.
José Luis Martínez-Almeida acaba de dictaminar que los miles de patinetes eléctricos abandonados en las calles del centro de la capital deben ser retirados a partir de octubre de 2024. Su decisión viene en el contexto de decenas de quejas de residentes locales por el mal uso y la conducción peligrosa por parte de quienes los alquilan.
Una de las realidades y desventajas de los servicios ha sido su popularidad entre los turistas. Muchos residentes en la capital del país ya poseen bicicletas eléctricas y patinetes eléctricos y los utilizan diariamente para moverse por la ciudad. El problema con las empresas de aplicaciones de alquiler de patinetes es que la mayoría de sus clientes son turistas con poca experiencia en las calles de la ciudad o conocimiento sobre las normativas que controlan su uso.
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Las empresas de patinetes eléctricos no cumplieron con las normas del Ayuntamiento de Madrid
Las quejas surgieron después de una sucesión de fallos por parte de las 3 principales aplicaciones de alquiler de patinetes al no controlar el alquiler desde zonas peatonales, una ley que ha estado en vigor desde el inicio de la locura por el servicio, y de fallos en la prohibición total de los patinetes eléctricos en áreas peatonales y aceras. Lime, Dott y Tier Mobility, las tres principales empresas, también no proporcionaron al Ayuntamiento de Madrid datos sobre los puntos de alquiler y entrega en la ciudad.
Desde el inicio del auge del turismo de escapada urbana posterior a la pandemia, las áreas peatonales más emblemáticas de Madrid, como el bulevar en el Paseo del Prado, la Plaza Mayor y la Puerta del Sol, han estado repletas de patinetes a diario, zumbando a su velocidad máxima limitada de 25 km por hora a pesar de que miles de peatones ocupan los espacios a paso de paseo.
La prohibición entrará en vigor en octubre de 2024 y todos los patinetes de alquiler deben ser retirados de las calles de Madrid antes del 31 de octubre.
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