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François Bayrou ha sido durante mucho tiempo un aliado centrista del presidente Macron
El presidente Emmanuel Macron ha nombrado al líder centrista François Bayrou como el próximo primer ministro de Francia, en un intento por poner fin a meses de agitación política.
Bayrou, un alcalde de 73 años del suroeste que lidera el partido MoDem, dijo que todos se daban cuenta de la dificultad de la tarea por delante: “Creo que la reconciliación es necesaria”.
Es visto por el entorno de Macron como un candidato potencial de consenso y su tarea será evitar el destino de su predecesor. El ex negociador del Brexit, Michel Barnier, duró solo tres meses y fue destituido por los diputados hace nueve días.
Macron está a mitad de su segundo mandato como presidente y Bayrou será su cuarto primer ministro este año.
La política francesa ha estado estancada desde que Macron convocó elecciones parlamentarias anticipadas durante el verano y una encuesta de opinión para BFMTV el jueves sugirió que el 61% de los votantes franceses estaban preocupados por la situación política.
Aunque una sucesión de aliados elogió el nombramiento de Bayrou, la líder regional socialista Carole Delga dijo que todo el proceso se había convertido en una “mala película”. El líder de Francia Insumisa, Manuel Bompard, se quejó de un “espectáculo patético”.
Los socialistas de centro-izquierda dijeron que estaban dispuestos a hablar con Bayrou pero no formarían parte de su gobierno. El líder Olivier Faure dijo que dado que Macron había elegido a alguien “de su propio campo”, los socialistas permanecerían en la oposición.
El presidente Macron prometió permanecer en el cargo hasta que termine su segundo mandato en 2027, a pesar de la caída de Barnier la semana pasada.
Acortó un viaje a Polonia el jueves y se esperaba que nombrara a su nuevo primer ministro esa noche, pero pospuso su anuncio hasta el viernes.
Luego se reunió con Bayrou en el Palacio del Elíseo y unas horas después se tomó una decisión final. Pero Le Monde sugirió que Macron había preferido a otro aliado, Roland Lescure, pero cambió de opinión cuando Bayrou amenazó con retirar el apoyo de su partido.
Bayrou estaba listo para mudarse a la residencia del primer ministro en el Hôtel Matignon en cuestión de horas, y una alfombra roja se desplegó para el traspaso de poder incluso antes de que se confirmara su nombre.
Su desafío será formar un gobierno que no sea derrocado como lo fue el de su predecesor en la Asamblea Nacional.
Macron ya ha mantenido conversaciones con líderes de todos los principales partidos políticos, excepto el de extrema izquierda Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon y el de extrema derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen.
La pregunta es quién puede ser persuadido para unirse al gobierno de Bayrou, o al menos acordar un pacto para no derrocarlo.
Anne RENAUT/AFP
La alfombra roja fue desplegada en la residencia del primer ministro incluso antes de que se nombrara a Bayrou
Cuando la única forma posible de supervivencia para un gobierno minoritario es construir puentes en la izquierda y la derecha, Bayrou tiene la ventaja de tener relaciones aceptables con ambos lados, informa el corresponsal de BBC París, Hugh Schofield.