Los residentes se rebelan contra las tumbonas de playa.

Esteban Camps, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de Sant Agustí y Cala Major estima que el espacio para las concesiones de hamacas en la playa de Cala Major ha aumentado en más del veinte por ciento en los últimos cinco años. “La playa ahora parece privada”.

La asociación afirma que los residentes han tenido serios problemas para encontrar un lugar donde colocar sus toallas este verano. Según sus cálculos, solo el 22% de la playa es espacio libre. El 78% restante está ocupado por conjuntos de hamacas y sombrillas, bares de playa, estaciones de socorristas, duchas y almacenes.

Se escribirá al Ayuntamiento de Palma para quejarse sobre la ocupación excesiva por parte de los diferentes servicios, especialmente las hamacas, y también para exigir un nuevo proceso de licitación para el próximo año. La empresa con el contrato obtuvo una prórroga especial este verano.

Camps señala que mientras el espacio para los servicios ha ido aumentando, la playa en sí misma ha ido retrocediendo debido a las tormentas y al aumento del nivel del mar. “Se reduce año tras año debido a la erosión. Se está perdiendo playa”.

Los precios tampoco son precisamente populares. Por un juego de dos hamacas y una sombrilla, el costo de alquiler es de 25,30 euros al día. Luego está la zona premium, sobre la cual hubo polémica a principios de la temporada; un set en esta zona cuesta 70 euros al día.

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