Los residentes de un pintoresco pueblo en España votarán sobre la prohibición de TODOS los turistas después de ‘quedarse atrapados en sus hogares por los turistas obsesionados con los selfies’

Un pintoresco pueblo de Menorca está al borde de tomar la drástica medida de prohibir a los turistas por completo después de ser invadido por visitantes, informa el Telegraph.

Binibeca Vell, un encantador caserío conocido por sus casas encaladas y estrechos callejones, se ha convertido en un imán para los turistas que buscan la foto perfecta para Instagram.

Atrae alrededor de 800,000 visitantes anualmente, atraídos por su parecido con un pueblo griego con un toque de encanto de Capadocia.

El pueblo fue construido en la década de 1960 como una finca privada en lugar de un asentamiento de pescadores antiguo.

Sin embargo, la afluencia de visitantes ha alcanzado un punto crítico para los residentes, que están luchando por hacer frente a las multitudes constantes.

“Habrá una persona posando para una foto. Y tan pronto como terminan, otra se adelanta”, dijo un residente local describiendo el calvario diario.

El pueblo ya ha implementado medidas para controlar el flujo turístico, incluyendo horarios de visita restringidos y estrictas normas de conducta.

Pero para muchos residentes, estas medidas no son suficientes. Se celebrará una votación el viernes para decidir si cerrar por completo el pueblo a los turistas.

Otros temen que una prohibición estrangularía la economía del pueblo, que depende casi en su totalidad de la venta de artículos y servicios a los turistas.

La crisis en Binibeca Vell es un microcosmos del problema de sobreturismo más amplio que enfrenta Menorca.

La isla, antes un refugio tranquilo, ahora está lidiando con las consecuencias del turismo de masas, incluida la superpoblación, el daño ambiental y el aumento de los costos de vida.

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Aunque el turismo es esencial para la economía local, el crecimiento descontrolado de la industria está poniendo una presión inmensa en los residentes y en los recursos naturales de la isla.

Muchos lugareños están pidiendo un enfoque más sostenible para el turismo, con un énfasis en la calidad sobre la cantidad.

La posible prohibición de turistas en Binibeca Vell ha desatado un acalorado debate, con las empresas temiendo el impacto económico mientras que los residentes exigen alivio de las abrumadoras multitudes.

El resultado de la votación tendrá consecuencias de gran alcance para el pueblo y podría sentar un precedente para otros puntos calientes de sobreturismo.