Cuando un ataque aéreo israelí destrozó un edificio en el centro de Beit Lahia el lunes por la noche, la comunidad agrícola en la parte más al norte de Gaza ya estaba nerviosa por una orden de evacuación israelí horas antes.
Los eventos sacudieron a los residentes del pueblo y les recordaron los peligros de la guerra entre Israel y Hamas, pero también ayudaron a catalizar raras manifestaciones contra Hamas en Gaza.
Durante tres días consecutivos, cientos de personas han marchado por el pueblo para exigir tanto el fin de la guerra como del gobierno de 18 años de Hamas sobre Gaza, protestas públicas que se han extendido a varias otras ciudades en el enclave devastado.
“Hamas tiene que desaparecer”, dijo Ahmad al-Masri, un residente de Beit Lahia que ayudó a convocar las manifestaciones. “Si no lo hace, la matanza, las guerras y la destrucción no se detendrán”.
Aunque la mayoría de las manifestaciones han sido pequeñas, representan el desafío más audaz a la autoridad de Hamas por parte de los palestinos en Gaza desde el ataque liderado por Hamas a Israel en octubre de 2023 y la guerra que siguió, que ha reducido ciudades a escombros.
También encarnan la frustración de los palestinos que una vez más viven bombardeos ensordecedores y mortales después de que Israel y Hamas no lograron llegar a un acuerdo para extender el alto el fuego. Deja en claro que al menos algunos palestinos han dejado de lado sus temores sobre posibles represalias de Hamas, que ha gobernado Gaza con mano dura.
“No tenemos nada que perder”, dijo el Sr. Masri. “Ya hemos perdido nuestras vidas, hogares y dinero”.
Antes del ataque de 2023, Hamas reprimió brutalmente a los palestinos que protestaban por las miserables condiciones de vida en Gaza y realizó reconocimientos a los organizadores. Pero durante las últimas protestas, las fuerzas de seguridad interna de Hamas han sido en gran medida inexistentes. Su ausencia, según analistas, probablemente refleje tanto la delicada posición de Hamas con los gazatíes como su reducida capacidad para movilizar fuerzas bajo la amenaza de los ataques aéreos israelíes.
“¿Cómo puede enfrentar este movimiento? ¿Con fuerza? Eso causaría aún más ira”, señaló Akram Atallah, analista palestino de la ciudad del norte de Gaza de Jabaliya. Temeroso de que Israel pueda intentar matar a los oficiales de seguridad, Hamas puede que no pueda desplegarlos, agregó.
La primera protesta tuvo lugar en Beit Lahia alrededor de las 4 p.m. del martes. La noche anterior, los miembros de la comunidad enviaron un mensaje instando a los residentes a salir a las calles.
“La plaza te está llamando”, decía una captura de pantalla del mensaje, compartida con The New York Times. “Basta de guerras. Queremos vivir en paz”.
El mensaje llegó poco después de que Avichai Adraee, el portavoz en árabe de las Fuerzas Armadas israelíes, publicara una orden para que la gente evacuara Beit Lahia en sus cuentas de redes sociales. Poco después, un ataque aéreo golpeó el pueblo, dijeron los residentes.
Nader Ibrahim contribuyó a la redacción de este artículo.