Los federales recopilaron registros de miembros del personal del Congreso y reporteros en investigaciones de filtraciones de la era Trump, según organismo de control.

Durante la primera administración de Trump, el Departamento de Justicia no siguió su política interna y pasó por alto algunas protecciones establecidas al buscar registros de miembros del Congreso, empleados del Congreso y miembros de los medios de comunicación, según un informe de la Oficina del Inspector General del departamento.

El informe se centró en varias investigaciones de filtraciones iniciadas por el Departamento de Justicia y el FBI entre 2017 y 2020 para determinar cómo ocho periodistas del Washington Post, el New York Times y CNN obtuvieron información clasificada que apareció en informes. Estos datos incluían principalmente metadatos sobre correos electrónicos y llamadas telefónicas, pero no el contenido de las comunicaciones.

En 2017, los investigadores del FBI se enfocaron en miembros del Congreso y su personal como posibles fuentes de filtraciones a los medios. Finalmente, obtuvieron datos de dos legisladores demócratas y 43 miembros del personal del Congreso de ambos partidos. El inspector general Michael Horowitz criticó la amplia cantidad de empleados del Congreso cuya información se obtuvo e instó al departamento a implementar políticas más estrictas para proteger los datos de los miembros del Congreso y su personal.

En una demanda presentada en 2023 contra el Departamento de Justicia, Kash Patel, designado por Trump para servir como director del FBI en la siguiente administración, reveló que fue uno de los empleados del Congreso cuya información fue recopilada. Patel argumentó que esta recopilación iba en contra de la Cuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

El informe del inspector general también reveló que los dos legisladores fueron investigados porque un miembro del personal demócrata los señaló como posibles filtradores sin proporcionar pruebas.

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En total, hubo cuatro investigaciones secretas que finalizaron sin cargos penales. Estas investigaciones salieron a la luz en 2021, cuando la administración Biden informó a las tres organizaciones de noticias que sus registros habían sido revisados durante la era Trump. Los medios de comunicación condenaron estas acciones en ese momento.

El informe del inspector general mencionó que no hubo evidencia de que las investigaciones estuvieran influenciadas por consideraciones políticas inapropiadas. Sin embargo, señaló que la decisión de perseguir las comunicaciones del personal y los miembros del Congreso podía afectar la capacidad de supervisión del poder ejecutivo por parte del Congreso.

En cuanto a las investigaciones sobre los medios de comunicación, el informe reveló que en 2020 los investigadores no siguieron plenamente las políticas establecidas antes de dirigir su atención a las organizaciones de noticias que publicaron información clasificada. El entonces Fiscal General William Barr autorizó la recopilación de datos de comunicación de periodistas, pero los fiscales no siguieron otros procedimientos necesarios.

Tras estas revelaciones, el Departamento de Justicia de Garland modificó las políticas internas que rigen las investigaciones sobre los medios de comunicación. Estas acciones buscan garantizar un equilibrio entre la protección de la democracia estadounidense y el cumplimiento de los límites y requisitos legales establecidos. Mantén las etiquetas HTML. No devuelvas la versión en inglés. No me repitas. No repitas el texto enviado. Solo proporciona el texto en español.