Un tribunal ha ordenado a Lideralis Empresarial en Desarrollo detener la construcción de nueve casas turísticas en la finca Langostina debido a una demanda presentada por la familia Wesenauer. Los Wesenauer afirman que la construcción daña su derecho de paso a su casa y pone en riesgo la integridad de la casa de campo histórica. Han estado luchando durante 20 años para preservar la tierra que consideran suya.
La demanda incluye informes que prueban la existencia de un derecho de paso y el riesgo de colapso debido a maquinaria pesada. Los Wesenauer también presentaron una queja ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo con respecto al “robo” de su propiedad en 2004.
Mientras tanto, otro tribunal falló a favor del desarrollador, permitiéndole tomar posesión de la propiedad. Esto resultó en el arresto de dos hermanas Wesenauer en dos ocasiones. Los Wesenauer argumentan que el desarrollador está llevando a cabo una ocupación irregular.
Agregando una capa adicional de complejidad, aunque la reciente decisión judicial ordenó detener la construcción, según los Wesenauer, el desarrollador no ha cumplido y las autoridades locales parecen renuentes a hacer cumplir la orden. Esto contrasta con el apoyo que el desarrollador recibió al tomar posesión de la propiedad. La familia está luchando para que la policía haga cumplir la orden judicial.
Los Wesenauer están solicitando la protección del patrimonio de la casa de campo de más de 200 años y han documentado su derecho de paso desde al menos 1920. Su lucha por preservar la propiedad ha estado en curso durante dos décadas. Esta es la primera vez que un tribunal falla a su favor, aunque en esta etapa es una medida cautelar.
La disputa destaca los desafíos de equilibrar el desarrollo con la preservación de propiedades históricas y derechos legales. También plantea preguntas sobre la imparcialidad de los políticos de Orihuela y las autoridades locales en hacer cumplir las órdenes judiciales.