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Hace poco más de una semana, el Ayuntamiento de Palma demolió obras ilegales y luego derribó dos carpas en el poblado chabolista de Son Banya.
Los clanes de drogas han estado determinados a seguir su plan de separar Son Banya en áreas residenciales y comerciales. Ya no se venden drogas desde las chabolas individuales. Esto se hace para evitar que familias enteras sean arrestadas cuando hay redadas. La policía no encontrará evidencia de drogas en estas casas, lo cual solía ser el caso.
En el área comercial, se establecieron puestos de venta y luego se reemplazaron temporalmente por las carpas para proporcionar cobertura contra drones que filmaban transacciones de drogas.
Más allá de la entrada a Son Banya está el área donde los ‘clientes’ pueden entrar en coche. Después de ser frustrados dos veces en los últimos diez días, los clanes han erigido dos nuevas chabolas para servir como puestos de venta. Aunque son para el comercio ilícito, también están incumpliendo las normativas urbanísticas. No hay permiso del ayuntamiento, al igual que no lo hubo para las obras anteriores y las carpas. La actitud de los clanes es que continuarán cometiendo estas infracciones urbanísticas – “El pueblo es nuestro”.
Hechas con tablas, chapa de hierro y lonas, fueron construidas durante la noche. La Policía de Palma ha intensificado la vigilancia, pero esto suele ser durante el día. La postura del ayuntamiento es que los clanes pueden construir lo que quieran. Será rápidamente demolido; se enviará maquinaria pesada tantas veces como sea necesario. La policía dice: “Uno de los dos tendrá que ceder, y no seremos nosotros”.
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