Payton Pritchard no se preocupa mucho por cómo se ve su línea en la hoja de estadísticas, lo cual es una de las muchas cosas que lo hacen querido por Joe Mazzulla y los Boston Celtics.
Fue enviado al Juego 2 de las Finales de la NBA con 3.3 segundos restantes en el tercer cuarto, con una misión: lanzar un triple desesperado antes de que se acabe el tiempo. Es un tiro de baja probabilidad, y no es ningún secreto que muchos jugadores de la NBA no lo tomarán porque puede perjudicar sus estadísticas.
Pritchard los toma felizmente. Y esta vez, funcionó.
Un triple de 34 pies, desde el logo de las Finales de la NBA justo dentro de la línea de medio campo, rebotó en el tablero y entró para una ventaja de nueve puntos al final del tercer cuarto. Fueron los únicos tres puntos de Pritchard en el Juego 2, y fueron una parte inolvidable de la victoria de Boston por 105-98 sobre los Dallas Mavericks.
“Creo que la jugada del juego no puede pasar desapercibida, la humildad de nuestro equipo, es el tiro de Payton al final del cuarto,” dijo Mazzulla, el entrenador de los Celtics. “Ves a chicos alrededor de la liga renunciar a ese tiro o fingir que quieren tomarlo, para que sus números no se vean afectados. Él se enorgullece de tomarlo, y eso es baloncesto ganador.”
El juego fue uno que los Celtics pidieron para Pritchard. Recibió el pase mientras construía velocidad, dio tres dribles, se detuvo justo a tiempo y lanzó. Entró, él comenzó a saltar como un loco y una multitud agotada en el TD Garden hizo lo mismo.
“La energía que Payton aporta, él solo teniendo la (valentía) de tomar ese tiro… fue definitivamente un impulso de confianza,” dijo el escolta de los Celtics, Jrue Holiday.
Según SportRadar, Pritchard es uno de los cinco jugadores en la NBA con al menos 13 intentos desde 30 o más pies en los últimos 3 segundos de un periodo en esta temporada. Tyrese Haliburton de Indiana tuvo 5 de 20 en esos momentos, Nikola Jokic de Denver tuvo 1 de 16, Damian Lillard de Milwaukee tuvo 4 de 14 y Luka Doncic de Dallas está 0 de 14 en esos intentos.
Todos son superestrellas, todos son jugadores con contratos máximos que no tienen que preocuparse si su porcentaje de triples se ve afectado ligeramente.
Pritchard —ahora con 2 de 13 en esos tiros esta temporada— no es un jugador máximo. Ni siquiera cerca. Él sacrifica los números de todos modos, y eso es lo que Mazzulla estaba elogiando después del Juego 2.
“Muestra la creencia que él tuvo en mí en esa situación, sabiendo que podía encestar ese tiro,” dijo Pritchard. “Creer en mí, significa mucho como jugador.”
Y no fue solo un momento insignificante.
Dallas acababa de reducir un déficit de dos dígitos a seis, un margen muy manejable yendo a los últimos 12 minutos. El tiro de Pritchard no fueron solo tres puntos importantes; insufló vida a Boston yendo hacia ese último cuarto.
“Él tiene la humildad y la abnegación para no importarle si falla,” dijo Mazzulla. “Él lo practica y tiene una comprensión de cómo un tiro así puede impactar al final de un cuarto y cómo puede impactar la racha que un equipo hace. Entonces, habían hecho una racha para terminar el cuarto, y pensé que ese tiro nos dio un poco de calma y un poco de impulso que necesitábamos yendo al cuarto cuarto. Eso fue impresionante.”