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Hace cinco años desde que el Reino Unido votó a favor del Brexit y de abandonar la Unión Europea, los ciudadanos británicos que se dirigen a España siguen enfrentando todo tipo de obstáculos, lo que obviamente está teniendo un impacto en el número de británicos que vienen a vivir en España, sin embargo muchas otras nacionalidades están prosperando. Según el último informe de Statista, Colombia se posicionó como el país de origen del grupo de inmigrantes más grande que llegó a España en 2023, según revelaron los últimos datos. Más de 170,000 personas migraron desde el país sudamericano a España ese año. El segundo grupo más grande estuvo compuesto por marroquíes con alrededor de 122,000 recién llegados.
La tasa neta de migración de España cambió su curso principalmente debido al gran flujo de extranjeros que se trasladan a residir en el país mediterráneo. El flujo de inmigración de España se desaceleró después de la crisis financiera de 2008, aunque el número de extranjeros que optaron por cambiar su residencia experimentó un crecimiento significativo en los últimos años. En 2023, los marroquíes ocuparon el primer lugar como nacionalidad extranjera residente en España, seguidos por personas de Rumanía y los colombianos.
En los últimos años, la Unión Europea se enfrentó a un número creciente de refugiados llegando desde Oriente Medio y África. Las cifras de migración muestran que Alemania acogió aproximadamente 15 millones de ciudadanos nacidos en el extranjero, situándola como el país que más inmigrantes albergó en Europa en 2023. En comparación, la población extranjera de España superó los ocho millones, colocando al país del Mediterráneo occidental en tercer lugar en la lista europea de población nacida en el extranjero. Desafortunadamente, miles de personas han fallecido o han desaparecido intentando llegar al territorio español, ya que cada vez más migrantes irregulares optan por utilizar rutas marítimas peligrosas para llegar al sur de Europa desde las costas de África.
En lo que respecta al futuro de la comunidad británica en España, ellos, y otros ciudadanos de terceros países no pertenecientes a la Unión Europea cuyos países no tienen acuerdos con Madrid, como los norteamericanos, podrían enfrentarse a un nuevo desafío si el primer ministro español tiene éxito. El primer ministro español, Pedro Sánchez, está proponiendo prohibir a los compradores de fuera de la Unión Europea la compra de propiedades, ya que el gobierno busca frenar el aumento de los precios de la vivienda, que se ha convertido en una fuente creciente de fricción.
“Propondremos prohibir a estos extranjeros no pertenecientes a la UE que no son residentes, y a sus familiares, la compra de viviendas en nuestro país, ya que solo lo hacen para especular”, afirmó Sánchez. Sánchez presentó el 13 de enero una propuesta para gravar hasta un 100% las adquisiciones de propiedades por parte de ciudadanos no pertenecientes a la UE que no residen en España como parte de una serie de medidas destinadas a aumentar la oferta y reducir la demanda de viviendas en el país. Una fuente cercana a Sánchez minimizó la sugerencia de una prohibición, diciendo que el plan seguía siendo desalentar estas adquisiciones a través de un aumento de las tasas impositivas.
Cualquier cambio potencial tendría que pasar por la cámara baja donde el gobierno minoritario de Sánchez enfrenta una lucha constante para aprobar cualquier ley. De cualquier manera, habrá un daño a la reputación de España, dijo la empresa inmobiliaria CBRE. “Todos los factores relacionados con los cambios regulatorios y jurídicos están desalentando a los inversores”, dijo Paloma Relinque, directora corporativa ejecutiva de CBRE para España. La vivienda se ha convertido en un problema importante en España mientras lucha por equilibrar la promoción del turismo, un motor clave de su economía, con las preocupaciones sobre los altos alquileres debido a la gentrificación y los propietarios que se pasan a alquileres turísticos más lucrativos a corto plazo, especialmente en áreas urbanas y costeras.
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