Llamados a desechar el nuevo esquema de registro de hoteles en España.

La Junta de Turismo de España está pidiendo al gobierno que suspenda la entrada en vigor, el 1 de octubre, de la enmienda al Real Decreto que requiere el registro documental en alojamientos y alquiler de vehículos “dada la imposibilidad de cumplir con la norma para las empresas turísticas y el potencial conflicto con la Ley de Protección de Datos”.

“Entendemos que el Ministerio del Interior y la Policía necesitan mecanismos de control para combatir el crimen y el terrorismo, pero esto no es argumento para exigir por decreto que miles de empresas sean arrojadas al caos administrativo y la incertidumbre de si serán multadas cuando les resulta imposible cumplir con las nuevas obligaciones de registro documental de los viajeros”, dice Carlos Abella, secretario general de la junta turística.

En su opinión, la actualización de este Real Decreto obliga a las empresas de alojamiento, empresas de alquiler de coches y operadores turísticos intermediarios a proporcionar información del cliente telemáticamente con un nivel de detalle excesivo, previendo también sanciones de hasta 30.000 euros en caso de infracción. Todo esto además de “engorrosos procedimientos de reserva”.

La junta turística advierte que muchos viajeros se mostrarán reacios a proporcionar ciertos detalles personales y optarán por otros destinos internacionales, con las consecuencias para el turismo español.
Además, teniendo en cuenta que se manejan datos personales e información sensible, desde correos electrónicos de contacto hasta tarjetas bancarias, “existe un alto riesgo de enfrentamiento con la Ley de Protección de Datos, que es una regulación muy estricta en España”.

“Es incomprensible que el gobierno no escuche a los profesionales y emprendedores del turismo, aquellos que están involucrados en la dinámica real del día a día, y que imponga sin ninguna consulta una regulación que los impacta a ellos y a sus clientes”, dijo el secretario general de la junta turística, criticando la “insensibilidad repetida hacia el motor de la economía española”.
Uniéndose a todas las organizaciones sectoriales y asociaciones de empleadores que han expresado sus quejas en las últimas semanas, la junta ha lanzado un último llamamiento urgente al Gobierno para que reconsidere la regulación, revoque el Real Decreto actualizado y se siente a hablar con el sector privado para encontrar soluciones alternativas y viables.

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