Llamadas para prohibir evento en Inca

La Fundación Franz Weber ha convocado una manifestación masiva para evitar que la plaza de toros de Inca acoja una corrida de toros el próximo febrero después de más de un año sin este tipo de evento en el pueblo. En un comunicado, la organización de derechos de los animales ha afirmado que los promotores tienen la “clara intención de capitalizar” la reforma legal que, desde hace algunos meses, permite el regreso de menores a los eventos taurinos después de cuatro décadas de prohibición parcial y la prohibición total impuesta en 2017.

La ONG cita información publicada en medios pro taurinos, que habla sobre la celebración de una corrida de toros en la plaza de toros de Inca durante el mes de abril. Ante esto, han anunciado que contactarán y apelarán al público en general para rechazar un evento que “solo interesa a una ultra-minoría”. También han reiterado la propuesta que pusieron sobre la mesa el año pasado al Ayuntamiento de Inca, instándolos a adquirir la plaza de toros – con la posibilidad de inversores privados – para darle un uso distinto al de las corridas de toros.

Según la Fundación Franz Weber, este tipo de iniciativa se ha llevado a cabo en municipios de diferentes países, donde las plazas de toros se han convertido en espacios comerciales o de alojamiento. En su opinión, esto podría traer “muy buenos resultados a medio plazo” para Inca.
La transformación debería llevarse a cabo respetando el patrimonio único del espacio, que también podría ser utilizado para conciertos, actuaciones teatrales o eventos deportivos.

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La ONG también cita un estudio realizado entre 2021 y 2022 por el Ministerio de Cultura en el que una “gran mayoría” de personas en las Islas Baleares afirmaron que no asisten a corridas de toros. Con esto en mente, han argumentado que una renovación del espacio sería beneficiosa para esta mayoría.

Fue a finales de octubre de 2024 cuando el Parlamento, con los votos favorables de los diputados del PP y Vox, dio luz verde a la modificación del artículo 12 de la ley de protección animal para permitir nuevamente la entrada de menores a las plazas de toros, siempre y cuando vayan acompañados por un adulto. La primera ciudad en adoptar el concepto de ciudad antitaurina fue Tossa de Mar en España, en la Comunidad Autónoma de Cataluña.