Joe Pike
Corresponsal político e investigador
Getty Images
El primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron en enero
Los líderes europeos se reunirán la próxima semana para una cumbre de emergencia sobre la guerra en Ucrania, en respuesta a las preocupaciones de que EE. UU. esté avanzando con Rusia en las conversaciones de paz que dejarán fuera al continente.
Sir Keir Starmer, quien se espera asista a la cumbre en París, dijo que era un “momento único en una generación para nuestra seguridad nacional” y que estaba claro que Europa debe asumir un papel más importante en la OTAN.
Esto ocurre después de que el enviado especial de Donald Trump a Ucrania dijera que los líderes europeos serían consultados pero no participarían en las conversaciones entre EE. UU. y Rusia para poner fin a la guerra.
Altos cargos de la Casa Blanca, incluido el secretario de Estado de EE. UU. Marco Rubio, se reunirán con negociadores rusos en Arabia Saudita en los próximos días. Funcionarios estadounidenses dijeron que Ucrania también fue invitada, aunque el presidente Volodymyr Zelensky dice que su país no ha recibido tal invitación.
En declaraciones que probablemente causarán preocupación en Ucrania y entre los aliados europeos, el enviado especial Keith Kellogg dijo que las negociaciones anteriores habían fracasado porque había demasiadas partes involucradas.
“Puede ser como tiza en la pizarra, puede molestar un poco, pero les estoy diciendo algo que es realmente muy honesto”, dijo el sábado.
Europa sigue atormentada por los acuerdos de Minsk, un fallido acuerdo de alto el fuego entre Ucrania y Rusia alcanzado en 2015. Las conversaciones, que fueron mediadas por Francia y Alemania, buscaban poner fin a los combates en la región de Donbas en el este de Ucrania.
Se entiende que Sir Keir ve su papel como el de unir a EE. UU. y Europa para asegurar un enfoque unido para la paz en Ucrania.
El primer ministro del Reino Unido discutirá las opiniones de los líderes europeos cuando visite al presidente de EE. UU. Trump en la Casa Blanca a finales de este mes.
Se espera una reunión adicional de líderes europeos junto con Zelensky después de que Sir Keir regrese de Washington.
Sir Keir dijo que el Reino Unido “trabajará para asegurar que mantengamos unidos a EE. UU. y Europa”, añadiendo que los dos no pueden “permitir que las divisiones en la alianza distraigan” de los “enemigos externos”.
“Este es un momento único en una generación para nuestra seguridad nacional donde nos enfrentamos a la realidad del mundo hoy y la amenaza que enfrentamos de Rusia”, dijo.
“Está claro que Europa debe asumir un papel mayor en la OTAN mientras trabajamos con Estados Unidos para asegurar el futuro de Ucrania y enfrentar la amenaza que enfrentamos de Rusia”.
El ministro de Relaciones Exteriores polaco Radoslaw Sikorski dijo que Emmanuel Macron había convocado la cumbre de líderes europeos, que aún no ha sido anunciada por el presidente francés.
Sikorski dijo: “El presidente Trump tiene un método de operación, que los rusos llaman reconocimiento a través de la batalla. Empujas y ves qué sucede, y luego cambias tu posición, tácticas legítimas. Y necesitamos responder”.
El sábado, Zelensky llamó a la creación de un “ejército de Europa” en medio de la creciente preocupación de que EE. UU. ya no acuda en ayuda del continente.
Hablando en la Conferencia de Seguridad de Múnich, dijo que el discurso del vicepresidente de EE. UU. JD Vance en el evento dejó claro que la antigua relación entre Europa y América estaba “terminando” y que el continente “necesita ajustarse a eso”.
Pero Zelensky también dijo que Ucrania “nunca aceptará acuerdos hechos a nuestras espaldas sin nuestra participación” después de que Trump y el presidente ruso Vladimir Putin acordaran comenzar conversaciones de paz.
A principios de semana, el presidente de EE. UU. anunció que había tenido una larga conversación telefónica con el líder ruso y que las negociaciones para detener la “ridícula guerra” en Ucrania comenzarían “inmediatamente”.
Luego, “informó” a Zelensky sobre su plan.
Trump parecía confiado en que su estilo de liderazgo podría allanar el camino para un acuerdo de paz en Ucrania.
Su acercamiento con Putin puso fin a más de tres años de silencio entre Moscú y Washington.
El sorprendente anuncio de Trump reavivó recuerdos de su reunión con Putin en Helsinki en 2018.
Los dos hombres sostuvieron casi dos horas de conversaciones a puerta cerrada en la capital finlandesa y luego ofrecieron una conferencia de prensa conjunta, donde Trump defendió a Rusia de las acusaciones de interferencia en las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2016.
Sus comentarios se produjeron a pesar de que las agencias de inteligencia de EE. UU. concluyeron en 2016 que Rusia estaba detrás de un esfuerzo para inclinar la balanza de las elecciones estadounidenses contra Hillary Clinton, con una campaña autorizada por el estado de ciberataques y noticias falsas plantadas en las redes sociales.
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Volodymyr Zelensky y Macron en París en 2023
El sábado, el secretario de Estado de EE. UU. Marco Rubio también mantuvo una llamada telefónica con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia “construyendo sobre” la llamada del 12 de febrero entre Trump y Putin.
Altos funcionarios de la administración Trump comenzarán conversaciones de paz con negociadores rusos y ucranianos en Arabia Saudita en los próximos días, dijo el representante estadounidense Michael McCaul a la agencia de noticias Reuters.
McCaul, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, dijo que entendía que Zelensky había sido invitado a participar en las conversaciones en Arabia Saudita, que tenían como objetivo organizar una reunión con Trump, Putin y el presidente ucraniano “para finalmente lograr la paz y poner fin a este conflicto”.
Un día antes, Vance había lanzado un ataque mordaz contra las democracias europeas, diciendo que la mayor amenaza para el continente no provenía de Rusia y China, sino “desde dentro”.
En un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich, repitió la línea de la administración Trump de que Europa debe “dar un gran paso adelante para proveer su propia defensa”.
David Lammy ha dicho que el Reino Unido y los países de la UE deben gastar más en defensa, ya que Europa enfrenta una “cuestión existencial” incluso en caso de una paz negociada en Ucrania.
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido dijo en la Conferencia de Seguridad de Múnich el sábado que “Putin no va a desaparecer”, y que, si bien era positivo que 23 países de la OTAN estuvieran gastando al menos el 2% de su PIB en defensa, “todos sabemos que debemos ir hacia arriba”.
Reporte adicional por Malu Cursino.
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