El álbum ‘Normal Sounds’ de Lia Kohl está construido alrededor de grabaciones de campo de sonidos no musicales hechos por humanos, como zumbidos de nevera, pitidos de tiendas y bocinas de coches. Kohl reverencia y juega con estos sonidos, ofreciéndolos al oyente bajo una nueva luz. Utilizando un enjambre textural de violonchelo y sintetizadores, con contribuciones destacadas de los músicos de viento Ka Baird y Patrick Shiroishi, Kohl saca la belleza del ruido mundano del mundo.
Este interés en lo mundano no es nuevo para Kohl. ‘Normal Sounds’ sigue a una serie de piezas que utilizan grabaciones de campo de radio AM/FM como centro. Su trabajo se centra en sonidos no notados o subdocumentados: las cosas que tendemos a ignorar o escuchar pasivamente. Muchas de las grabaciones de campo en ‘Normal Sounds’ son funcionales, indicando peligro (sirena de tornado, alarmas de coche), diversión (camión de helados) o cambio (“la señal de cinturón de seguridad está encendida”, “por favor, tome su recibo”). Otros son simplemente subproductos de la función de la máquina: el zumbido de una nevera o un avión. A veces se pretende que se escuchen, pero no que se escuchen.
Para Kohl, su tratamiento de estos sonidos actúa como una práctica de atención, o en sus palabras “una práctica de tratar de estar más vivo”. A menudo esta práctica toma la forma de imitar: armonizando las frecuencias ya presentes de una luz de pista de tenis con armónicos de violonchelo, o emparejando de manera pícara bocinas de coche con el saxofón de Shiroishi. A veces, ella aumenta el paisaje sonoro de manera más dramática, llevándolo en una nueva dirección con violonchelo melódico o sintetizadores arpegiados. A veces es difícil saber si un sonido proviene de ella o del mundo que la rodea. Ella anida cada grabación de campo en un lecho de sus propios sonidos, invitándonos a escuchar el mundo a través de sus oídos.
El primer sencillo “A Normal Life” es una canción sobre sentir que no encajas en tu lugar en la vida y saber que estabas destinado a algo más.