Los legisladores republicanos y demócratas están renovando los esfuerzos para aprobar legislación en apoyo a Georgia, destacándola como uno de los mejores y primeros ejemplos de unidad bipartidista del nuevo Congreso.
Los representantes Joe Wilson (R-S.C.) y Steve Cohen (D-Tenn.), los presidentes de la Comisión de Helsinki, reintrodujeron el viernes la Ley MEGOBARI, que codifica sanciones contra funcionarios del gobierno georgiano por abusos de derechos humanos y socavar la democracia.
La legislación llega en medio de protestas masivas contra un intento de golpe de parte del partido Georgian Dream y la interferencia rusa.
Se espera que Cohen también introduzca legislación que le prohibiría a Estados Unidos reconocer al Georgian Dream como el gobierno legítimo de Georgia.
Wilson dijo a un pequeño grupo de periodistas en su oficina en Capitol Hill el viernes que era un raro ejemplo de bipartidismo e importante en el contexto del nuevo Congreso.
“Nos juramentamos en unos 15 minutos, así que incluso antes de ser juramentados, el Congreso estadounidense está apoyando al pueblo de Georgia”, dijo.
La legislación fue repetidamente descartada en las últimas semanas del último Congreso por otras prioridades en medio de protestas intensificadas en Georgia.
El fracaso en aprobar la legislación marcó un punto bajo para los partidarios de Georgia en el Congreso para mostrar solidaridad con los manifestantes que han pasado más de un mes en las calles en temperaturas heladas enfrentando cañones de agua y golpizas por parte de las fuerzas de seguridad.
Wilson, al ser preguntado por qué la legislación no avanzó, dijo que había estado trabajando “una y otra vez” con el líder de la mayoría de la Cámara, Steve Scalise (R-La.), y “había tantos otros temas que surgían, y así que no fue descuidada, pero obviamente será un enfoque principal ahora.
Una versión del proyecto de ley en el Senado es patrocinada por los senadores James E. Risch (R-Idaho) y Jeanne Shaheen (D-N.H.), el presidente y la miembro de más alto rango, respectivamente, del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
El personal del Congreso dijo que el presidente de la Cámara, Mike Johnson (R-La.), reelegido como presidente el viernes, apoya la legislación y se están realizando esfuerzos para adjuntarla a uno de los principales proyectos de ley de financiamiento del gobierno en marzo.
Mientras que la administración Biden ha emitido sanciones y prohibiciones de viaje contra funcionarios del Georgian Dream por una serie de acciones antidemocráticas, la legislación va un paso más allá al requerir que el ejecutivo investigue a todos los miembros del partido Georgian Dream, y sus familiares directos, por corrupción o intentos de socavar la soberanía de Georgia.
La legislación en gran medida mantiene las medidas que ha tomado la administración Biden, que incluyen la suspensión de $95 millones en asistencia gubernamental por la aprobación del Georgian Dream de una ley de agentes extranjeros, una copia de la legislación rusa que tiene un efecto intimidante o podría prohibir el trabajo y operaciones de organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y grupos de la sociedad civil que reciben financiamiento del extranjero.
A finales del mes pasado, la administración Biden sancionó al presidente honorario del partido, Bidzina Ivanishvili, un empresario multimillonario que hizo su fortuna en Rusia y es ampliamente visto como la principal figura que controla el gobierno. Ivanishvili fue sancionado por socavar procesos democráticos en nombre o en beneficio del gobierno ruso.
Rusia invadió Georgia en 2008, respaldando movimientos separatistas en las regiones de Osetia del Sur y Abjasia y mantiene presencia de tropas en esas regiones. El gobierno de Georgian Dream, que llegó al poder en 2012, se ha inclinado cada vez más hacia Moscú y ha profundizado los lazos con China desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022.
El Georgian Dream afirmó la victoria en las elecciones parlamentarias de octubre que fueron ampliamente criticadas por no ser libres ni justas. La saliente presidenta de Georgia, Salomé Zourabichvili, ha estado a la vanguardia de la movilización del apoyo internacional para presionar al partido a celebrar nuevas elecciones.
A finales del mes pasado, Georgian Dream eligió a un nuevo presidente, a pesar de un boicot de los partidos de la oposición, poniendo en el poder al ex jugador de fútbol Mikheil Kavelashvili, quien redactó la ley de agentes extranjeros.
“A pesar del boicot de la oposición, el parlamento georgiano ha avanzado para instalar a un político abiertamente anti-occidental como presidente. Se nota el intento del gobierno de rechazar a los amigos de Georgia, pero no abandonaremos a su pueblo”, escribió Risch en la plataforma social X a finales del mes pasado.
“Y aunque finalmente se han impuesto sanciones muy esperadas contra Bidzina Ivanishvili por su papel en la actual agitación política en Georgia, todavía se debe hacer más. Una vez más, Estados Unidos no abandonará al pueblo georgiano y su deseo de tener una democracia libre y justa.”