Está llegando a casa, eso es 100% seguro. Pero ¿a cuál casa?
¿A la que soy nativo, o a la que he vivido – y amado – durante dos décadas?
Por supuesto, para mí no hay ninguna duda sobre a quién apoyar en la final de la Euro este domingo: soy británico hasta la médula, he visto a Inglaterra en Wembley una docena de veces e incluso los he seguido en el extranjero.
Pero para mis hijos; ambos nacidos aquí en España, pero con dos padres ingleses, no es tan fácil.
Permítanme explicar. Tanto Maia como Alfie llegaron a este mundo en la sala de maternidad del hospital de Ronda, luego pasaron las tres cuartas partes de sus vidas viviendo en las montañas de Málaga.
La escuela del pueblo a la que asistieron era 99,9% española y eran los únicos niños extranjeros en sus clases.
Ellos aprendieron el idioma, la cultura y las costumbres, si bien no la apariencia, y con ojos azules y cabello rubio fueron identificados como ‘guiris’ desde el primer día y ocasionalmente se burlaban (aunque no eran acosados) por ello.
Ello los hacía sentirse como extranjeros y les dio un sentido de juego limpio e igualdad y estoy orgulloso de los adolescentes en los que se han convertido.
Pero – y aquí está el gran pero – sus amigos son españoles (bueno, algunos más internacionales ahora que están en la escuela en Marbella y la universidad en el Reino Unido) y ellos, al igual que yo, aman a España.
Todos amamos su cultura, su sentido del humor, la increíble geografía y clima, su comida y, sobre todo, ¡su fútbol!
Es el estilo más emocionante del mundo, como lo demuestra la forma en que los españoles Pep Guardiola y Mikel Arteta y el técnico del Villa Unai Emery juegan en la Premier League inglesa.
El fútbol rápido y de alta presión, es un placer verlo y ha revolucionado el estilo del juego inglés y ha ayudado a nuestro equipo nacional al mismo tiempo.
Por su parte, España fue increíble como equipo durante casi una década cuando ganaron dos Eurocopas y una Copa del Mundo seguidas hace poco más de una década.
Nos involucramos viviendo aquí, nos encantó la forma en que jugaban y adoptamos con orgullo a España como nuestro equipo. Bueno, la mayoría de las veces, excepto cuando jugaban contra Inglaterra.
Así que aquí estamos, en vísperas de la primera final de Inglaterra en el extranjero… Con un equipo que incluye a algunos de los jugadores más emocionantes a nivel mundial de una generación.
Campeones mundiales como Walker y Stones, Rice y Saka.
Por no mencionar al mejor jugador de la Premier League, Phil Foden, el máximo goleador en Alemania, Harry Kane, y el mejor jugador en España, Jude Bellingham.
No solo tenemos a los mejores jugadores. En nuestro último partido arrasamos a los Países Bajos durante gran parte del partido (aunque nuestra producción goleadora no fue la mejor).
Por su parte, España actualmente juega el mejor fútbol del mundo con algunos de los jugadores jóvenes más emocionantes.
Ellos, como Yamal a los 16 años, Nico Williams y Dani Olmo, están entre los jugadores jóvenes más emocionantes de Europa.
Y luego Rodri, mi mediocampista favorito en el Reino Unido, haciéndolos funcionar.
Será un partido increíble y es obvio a quién apoyaré. Pero ¿qué pasa con mis hijos?
Bueno, el apoyo de Alfie a Inglaterra es innato. Varios viajes por Europa viendo al Tottenham se han encargado de eso.
Obviamente nunca ganamos, pero ha aprendido a aceptar la derrota, a manejar la decepción y a gestionar sus expectativas. Al igual que nuestro equipo nacional en la última década.
Pero con Inglaterra vio la pasión y fanatismo de los seguidores en la Eurocopa semifinal contra Ucrania en Italia hace cuatro años.
La pura alegría de una victoria de Inglaterra en un gran partido junto a su familia y el dinamo de ventas de Olive Press, Charlie Bamber, fue algo que nunca olvidó. Se pone su camiseta de Inglaterra con orgullo.
Maia, por su parte, está dividida. Totalmente dividida. Además de sus amigos españoles, ahora tiene un novio español. Uno que predeciblemente encontró en la universidad de vuelta en el Reino Unido.
Probablemente vea el partido con sus amigos en San Pedro o en el puerto de Marbella, en una pantalla grande. Pero espero que no se pinte la cara.
Ella dice que está dividida pero probablemente apoyará a España. Señálale su pasaporte británico y ella responderá: ‘Pronto solicitaré uno español’. Recuérdale los docenas de partidos en los que ha apoyado a Inglaterra con su familia, la horrible derrota en Italia, la tanda de penales en Wembley hace dos años, y se encogerá de hombros y me dirá que es fan, que es su ‘segundo equipo’ y que ‘ama a Inglaterra’ pero su corazón está en España.
Es difícil, pero al igual que la aproximación de Boris Johnson al Brexit, sé que ella podría ir ‘de cualquier manera’ mañana.
Y realmente, seamos sinceros, es ganar-ganar para ella y muchos expatriados a largo plazo en España.
Si perdemos, lo superaremos rápidamente, regocijándonos en la alegría de vivir bajo el sol donde juega el mejor equipo de fútbol de Europa.
Y de cualquier manera, ¡sin Gareth Southgate, volveremos – y más fuertes – en la Copa del Mundo dentro de dos años!