Los hongos ‘MÁGICOS’ son mejores para tratar la depresión que los medicamentos convencionales, según un estudio europeo.
La depresión es la condición psiquiátrica más común en todo el mundo, afectando a millones de personas, incluyendo aproximadamente el 4.7% de la población española. Sin embargo, para muchos de los diagnosticados, los tratamientos actuales no son suficientes.
En España, alrededor de 44,000 personas están clasificadas como tener depresión resistente al tratamiento, lo que significa que no han respondido a al menos dos tipos diferentes de terapias.
Ahora, un estudio del Imperial College de Londres ha generado esperanza para miles de pacientes que luchan con efectos secundarios de los medicamentos tradicionales.
Actualmente, uno de los tratamientos más populares para la depresión son los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS).
Los ISRS funcionan aumentando el neurotransmisor serotonina en el cerebro. La serotonina está relacionada con el buen humor, la regulación emocional y el sueño.
Sin embargo, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios significativos, como mareos, ansiedad, disfunción eréctil, pérdida de libido y diarrea.
Ahora, los investigadores del Imperial College de Londres han encontrado una alternativa: los psicodélicos.
Los llamados ‘hongos mágicos’ han generado un gran interés en la comunidad científica y, aunque a menudo se asocian con sus efectos alucinógenos, pueden tener beneficios potenciales para la salud mental.
Uno de los candidatos más prometedores para tratar la depresión es la psilocibina, el compuesto activo en los llamados ‘hongos mágicos’.
El estudio del Imperial College de Londres mostró que la psilocibina puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar general, incluso en personas con depresión severa.
Los participantes reportaron mejores conexiones sociales, mejor desempeño laboral y un renovado sentido de significado en la vida.
Increíblemente, se encontró que los efectos de la psilocibina eran tan fuertes como los ISRS en la mejora de los síntomas de la depresión, e incluso más fuertes que los ISRS en autoevaluaciones del bienestar general.
Además, mientras que los ISRS pueden tardar semanas o meses en mostrar resultados, los beneficios de la psilocibina se vieron desde el primer día de tratamiento y continuaron durante hasta seis meses después de solo una o dos dosis.
Esto ha llamado la atención de los reguladores. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha otorgado a la psilocibina el estatus de ‘terapia innovadora’ tanto para la depresión resistente al tratamiento como para el trastorno depresivo mayor.
Esta designación se reserva para tratamientos que muestran una promesa significativa en ensayos tempranos, ayudando a acelerar su desarrollo y proceso de aprobación.
Pero, ¿cómo funciona la psilocibina?
A diferencia de los antidepresivos tradicionales, que requieren dosis diarias para mantener su efecto, la psilocibina solo necesita tomarse una o dos veces para ofrecer beneficios a largo plazo.
Los investigadores creen que esto se debe a que la psilocibina puede ayudar al cerebro a reorganizarse, promoviendo cambios duraderos en la función cerebral. Básicamente, parece reiniciar el cerebro, ofreciendo un nuevo comienzo a las personas que han estado atrapadas en ciclos de depresión.
Por supuesto, hay desafíos y un obstáculo importante es el estigma que rodea a los psicodélicos.
Clasificada como una droga de categoría uno (la misma categoría que la heroína o el éxtasis), la psilocibina todavía lleva muchas connotaciones negativas.
Muchos temen los efectos alucinógenos de la droga y el potencial de cambios de comportamiento peligrosos y la adicción que conlleva esto.
A pesar de la evidencia de que la psilocibina no es una droga adictiva, con investigaciones que sugieren que incluso podría usarse como tratamiento para la adicción a las drogas, puede ser difícil cambiar el estigma social.
Otro obstáculo es el costo y la complejidad de administrar la psilocibina como tratamiento.
Aunque solo se administra una o dos veces, cada sesión requiere una supervisión cuidadosa.
Una enfermera debe administrar la droga y un profesional de la salud mental especialmente capacitado debe permanecer con el paciente durante toda la experiencia, que puede durar varias horas debido a los efectos alucinógenos.
Este nivel de atención añade una carga financiera y logística que algunos argumentan que los sistemas de salud podrían tener dificultades para soportar.
Sin embargo, Australia ha aprobado recientemente el uso de psilocibina y MDMA con fines terapéuticos.
Un shock para aquellos en el campo, llegó sin una guía real sobre cómo administrar la droga y se está utilizando en gran medida en clínicas privadas para unos pocos adinerados.
Aunque la terapia asistida por psicodélicos puede ser costosa, los costos más amplios de la depresión, en términos de atención médica, productividad perdida e impacto social, son probablemente mucho mayores.
Es importante recordar que la psilocibina no se está considerando como un tratamiento de primera línea.
Los investigadores están mirando principalmente su uso en pacientes que no han respondido a otras terapias.
Entonces, para aquellos con depresión severa y resistente al tratamiento, podría ofrecer una nueva y muy necesaria línea de vida.
El futuro de la psilocibina en el tratamiento de la salud mental ahora descansa en ensayos clínicos en curso. Estos estudios más grandes tendrán que demostrar que la psilocibina no solo es efectiva, sino también segura y superior a los tratamientos existentes a largo plazo.
Solo el tiempo dirá si esta sustancia una vez controvertida se convierte en un tratamiento convencional para la depresión.
Fuentes:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924977X21002182
https://link.springer.com/article/10.1007/s40274-021-7786-9
https://www.thelancet.com/action/showPdf?pii=S2589-5370%2824%2900378-X