Woods’ voice is more subdued, his words more cryptic, as he paints a picture of despair and self-destruction with vivid imagery: “Maybe the next time I’ll be more discreet/ Let the crowbar do the talking, let the crowbar do the talking.” Segal’s production provides the perfect backdrop, eerie and atmospheric, adding to the sense of unease that permeates the track. ‘Misery’ is a dark and enigmatic journey through the depths of the human psyche, a haunting reflection on the pain and suffering that we all carry within us.
St. Vincent – ‘The Laughing Man’
“The Laughing Man” is one of the standout tracks from St. Vincent’s highly anticipated album, Sad But Kinda Funny, and showcases her trademark blend of catchy melodies and experimental production. The song is a vibrant and dynamic exploration of the complexities of human emotion, with Annie Clark’s vocals soaring over a lush and eclectic instrumental backdrop. The chorus is an infectious earworm that sticks in your head long after the song is over, while the verses delve into darker and more introspective themes. “The Laughing Man” is a bold and innovative addition to St. Vincent’s discography, further solidifying her reputation as one of the most innovative artists in contemporary music.
These are just a few of the standout songs that caught our attention in March 2025. Be sure to check out these tracks and more to discover the diverse range of musical talent that is shaping the current landscape of music.
El álbum supuestamente encuentra al rapero revisitando una historia sobre un golliwog malvado (como el de la portada del álbum) que escribió cuando tenía nueve años, pero uno espera que ninguna parte de ‘Misery’, una canción que incluye la línea “ella vino a mí ya mojada de sexo”, pueda rastrearse hasta su infancia. La pista infundida de jazz es onírica de una manera que parece viajar en el tiempo aunque solo dure dos minutos, difuminando la línea entre éxtasis y confusión, noche y la mañana siguiente, tan rápido que apenas hay un momento para cuestionarlo todo.
caroline – ‘Euforia total’
Tres años después de su álbum debut, caroline regresó de manera gloriosamente desequilibrada con ‘Euforia total’. Impulsado por una guitarra punzante, baterías que nunca terminan de encajar en su lugar, y teclados que flotan radiantes pero nunca del todo sincronizados, te preguntas cómo la canción podría posiblemente alcanzar un sonido digno de su título, pero la banda experimental del Reino Unido naturalmente llega allí. La instrumentación no se cohíbe tanto como gira interminablemente hacia algo mayor que la suma de sus partes, algo dichosamente comunal, especialmente cuando Jasper Llewellyn y Magdalena McLean comienzan a cantar al unísono. La traición ambigua en el núcleo emocional de la canción nunca se resuelve, pero de alguna manera lo entiendes, totalmente.
feeble little horse – ‘Esto es real’
A diferencia de canciones como ‘Dancing in the Club’ y ‘Cataract Time’, ‘Esto es real’ hace que un viaje disociativo suene como una explosión, al menos en sentido literal. “Pon el calentador en el-” canta Lydia Slocum antes de que las guitarras de distorsión máxima -¿nu metal? ¿death metal? ninguna etiqueta transmite completamente el muro disruptivo de distorsión- completen la oración por ella: máximo. La primera música nueva en dos años de la banda de Pittsburgh muestra a una banda que no tanto aprovecha el contraste entre la contradicción hipnótica y la intensidad dinámica como que borra la diferencia. Son del tipo que insiste en el punto, pero no sin un giro o dos; soltarán un grito indescifrable, pero no sin una verdadera confesión. “Puse mi enojo sobre mi pecho pero/ Nunca seremos iguales de nuevo”, canta finalmente Slocum, en voz baja y humana. Es algo bueno, te aventuras a decir.
The Ophelias – ‘Salomé’
Vengativa e vigorizante, ‘Salomé’ utiliza la historia bíblica del personaje titular para arremeter contra los hombres sexistas en la industria musical. “Quiero tu cabeza en la bandeja”, canta Spencer Peppet, alargando la I tanto como se deleita en la ensoñación. “Se vuelve aburrido, la monotonía del machismo”, escribió Peppet en su Substack, pero la canción en sí no lo es. Aunque es un poco una anomalía lírica en el nuevo álbum mayormente diarístico de la banda Spring Grove, intensifica su sonido -con la asistencia de la productora Julien Baker, quien también proporciona guitarra adicional y armonías- de maneras electrizantes que han estado buscando desde hace tiempo. Se trata de personas que te vuelven loco, sí, pero sobre todo de la locura que te impulsa hacia adelante.