Las Islas Canarias se beneficiarán de un paquete de apoyo de 14 millones de euros de la Comisión Europea destinado a proporcionar una mayor capacidad para dar la bienvenida a los miles de migrantes irregulares que llegan al archipiélago cada mes.
El anuncio se hizo la semana pasada después de una visita oficial a las islas del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, quien dijo en una conferencia de prensa junto al presidente regional Fernando Clavijo: “En las Islas Canarias, no están solos; Europa está a su lado”.
Solo en 2024, más de 26,000 migrantes han llegado hasta ahora a España a través de las Islas Canarias, un archipiélago situado a 800 millas de la costa española en el Océano Atlántico y a solo 67 millas de la costa africana.
La ruta entre la costa oeste de África y las Islas Canarias es ampliamente considerada como la ruta de migración más peligrosa del mundo, donde se registraron 4,808 muertes en los primeros cinco meses de 2024, lo que equivale a 33 muertes al día o una cada 45 minutos.
Según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, los peligrosos cruces en pequeñas embarcaciones han aumentado en medio de una ola de inestabilidad política y social en la región del Sahel, donde ha habido diez golpes de estado en siete países en solo los últimos tres años.
Anunciando el paquete de apoyo, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), Schinas insistió en que la Unión Europea “seguirá desempeñando un papel importante en la prevención de llegadas irregulares mediante el fortalecimiento de la cooperación y la asociación con países de origen y tránsito, que son de particular interés para la gestión de la migración en las Islas Canarias, como Mauritania, Senegal y Gambia”.
La crisis migratoria se ha convertido en un dolor de cabeza político para el primer ministro Pedro Sánchez, con el presidente regional Clavijo, vinculado a la oposición del Partido Popular (PP) conservador, afirmando que el líder socialista ha “abandonado” la región.
Alberto Núñez Feijoo, líder del PP, ha culpado previamente a Sánchez por la crisis, acusando al primer ministro de “no cumplir con sus deberes” y enfatizando que “hay una crisis migratoria como resultado de la ausencia de una política migratoria”.
En julio, el gobierno de Sánchez perdió una votación parlamentaria que habría reubicado a miles de menores migrantes no acompañados, aliviando la presión sobre las instalaciones en las Canarias que han estado abrumadas ante un aumento sorprendente de llegadas.
Durante el verano, Sánchez visitó a sus homólogos en las empobrecidas naciones de África occidental de Mauritania, Senegal y Gambia, punto de partida para las decenas de miles de migrantes que intentan llegar a las Canarias en pequeñas embarcaciones cada año, con el objetivo de apoyar la creación de empleos locales que disuadirían a los migrantes de emprender el peligroso viaje a España por mar.