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Con algunos servicios de emergencia ya tensionados y sin una estrategia común como pretendía el Ministerio de Sanidad, cada comunidad ha desplegado su propio plan para mitigar el impacto de los virus respiratorios, con medidas que van desde recuperar la mascarilla en los centros de salud hasta aumentar el número de camas.
Tras pasar la Navidad con bajos niveles, la temporada de gripe, covid-19 y el virus sincitial respiratorio (VSR) ha comenzado el año con un aumento en la incidencia, especialmente de la gripe, que ha casi duplicado el número de hospitalizaciones en comparación con las registradas en la última semana de 2024. Datos publicados ayer por el Instituto de Salud Carlos III mostraron un aumento del 49% en la incidencia de infecciones respiratorias en atención primaria, pasando de 562,9/100.000 habitantes a 639,8 casos, en la primera semana de 2025. En los hospitales, ha aumentado de 19,7 a 23.
De todas, la gripe es la que ha avanzado con mayor fuerza, aunque a un ritmo más lento y menos intenso que la temporada pasada; a pesar de esto, el aumento de casos graves ha sido notable desde hace días en los servicios de urgencias hospitalarias, algunos de los cuales ya hablan de colapso. El Ministerio de Sanidad propuso a las comunidades una hoja de ruta común con medidas homogéneas contra la epidemia invernal del virus. El objetivo era evitar lo que tuvo que hacer el año pasado, cuando terminó imponiendo el uso de mascarillas en los centros de salud de todo el país.
Los técnicos ministeriales y regionales lograron avanzar en un documento de medidas que, sin embargo, no pasó el filtro de la Comisión de Salud Pública, donde los directores generales de las regiones autónomas del PP se negaron a votar. El departamento encabezado por Mónica García descartó recurrir a la imposición de medidas pero, ante la falta de una estrategia común, optó por publicar dicho documento en forma de recomendaciones, incluyendo el uso gradual de mascarillas a medida que avanza la epidemia y la retirada de trabajadores en centros residenciales que están en contacto con personas vulnerables.
Además de esto, las consejerías regionales han estado implementando sus propios planes de contingencia según su situación epidemiológica, que no es la misma en todas ellas. Andalucía activó el Plan de Alta Frecuencia a principios de diciembre, que consta de cuatro fases según la demanda. Además, mantiene en vigor una instrucción de julio de 2023 sobre mascarillas en el ámbito intra-hospitalario, que aconseja su uso responsable cuando se está infectado.
En Aragón, se ha superado el umbral epidémico de casos de gripe con 75,5/100.000 habitantes; la Dirección General de Salud Pública ha emitido una instrucción a los profesionales de la salud en centros médicos, sociales y de atención sanitaria y social recomendando el uso de mascarillas, que pueden hacer obligatorio si así lo decide su dirección.
La situación en Asturias sigue siendo normal, por lo que no se han tomado medidas extraordinarias. Las Islas Baleares activarán 83 camas en tres hospitales públicos en Mallorca. Sin embargo, según el gobierno regional, la región se encuentra en una fase epidémica moderada. Los hospitales públicos en Canarias mantienen activos sus planes de contingencia, con medidas como la incorporación de personal adicional y el aumento de la capacidad de las Unidades de Hospitalización a Domicilio. Desde mediados de diciembre, está en vigor la recomendación de usar mascarillas en áreas vulnerables como salas de tratamiento de quimioterapia, salas de emergencia, unidades de trasplante y UCI.
Castilla-La Mancha, que espera el pico en dos semanas, no ha planificado medidas especiales excepto para monitorear la evolución, porque ahora la tasa de incidencia de la gripe (29,2) es mucho menor que en las dos campañas anteriores. En Castilla y León, con la gripe aún en niveles bajos de intensidad y un pico dentro de un mes o mes y medio, sus catorce hospitales públicos implementarán sus propios planes de contingencia cuando sea necesario. Por el momento, fuentes del ministerio explicaron que no se han detectado problemas en el servicio de urgencias. Cataluña, donde el aumento de la gripe se está traduciendo en una mayor presión en estos servicios, cree que los casos no superan a los de otros años, por lo que descartó tomar medidas extraordinarias como nuevas normas sobre el uso de mascarillas.
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